Si 'Pitoño' inmovilizó o no a la víctima colocando sus rodillas sobre su pecho fue motivo de contradicción en las declaraciones de los procesados.
Si el principal acusado de la muerte de Álvaro Ussía, el portero de la discoteca madrileña Balcón de Rosales Antonio Sánchez, Pitoño, inmovilizó o no a la víctima colocando sus rodillas sobre su pecho fue ayer motivo de contradicción en las declaraciones de los tres procesados.
Mientras Pitoño, que se enfrenta a 15 años de prisión por un delito de homicidio, ha afirmado que “nunca” puso la rodilla en el pecho de Álvaro, David Sancio y David Alonso, para quienes las acusaciones solicitan 13 años de cárcel como cooperadores necesarios, han asegurado que le vieron con una rodilla sobre la víctima.
En la primera sesión del juicio que se celebra con jurado popular en la Audiencia de Madrid, Pitoño, que aseguró que tiene formación como vigilante de seguridad y escolta privado, ha señalado que se enteró de la muerte de Ussía al día siguiente de los hechos, ocurridos el 15 de noviembre de 2008, ya que cuando abandonó la discoteca el joven estaba inconsciente y siendo atendido por el SAMUR.
El acusado, de 35 años, manifestó que se acercó a Ussía “para hacer un bien y evitar una reyerta” porque tras ser expulsado estaba discutiendo con un amigo en el exterior de la discoteca y había empezado a insultar a un grupo de jóvenes que llegaba al local.
Añadió que en ese momento Álvaro resbaló, se agarró a él y cayeron juntos al suelo.
A preguntas de las acusaciones comentó que en la época del suceso, como ahora, pesa alrededor de 95 kilos.
Pitoño insistió en que no se apoyó contra el pecho de Ussía -”tenía una rodilla flexionada y la otra en el suelo”, ha dicho-, éste pasó en un instante de estar muy nervioso “a sufrir arcadas y echar bilis por la boca”.
La Fiscalía sostiene que Sánchez, ayudado por los otros dos acusados y valiéndose de una zancadilla, tiró a Álvaro al suelo boca arriba y se tiró de rodillas sobre el pecho del joven y mantuvo en esa posición.