Almunia, en declaraciones a la cadena SER recogidas por Europa Press, ha explicado que la "segunda duda" que pesa sobre España es si hay algo más bajo la manga aparte de lo que ya se ha puesto sobre la mesa.
"Dudas en torno a España sin duda las hay. Lo estamos viendo en cómo reaccionan los mercados ante la deuda pública española o la deuda privada de empresas o entidades españolas. Y la duda, por un lado, está en si España va a ser capaz de aplicar lo que ha decidido que hay que hacer, y esa duda hay que despejarla cuanto antes diciendo que hay determinación de aplicar todos los compromisos establecidos. Y la segunda duda es si España tiene algo más, aparte de lo que ya está encima de la mesa. Y yo creo que lo que hay que decir es que España además de todo eso tiene una estrategia de crecimiento necesaria", ha señalado.
El vicepresidente de la Comisión ha llamado la atención sobre la necesidad de que los mensajes de los líderes españoles, ya sean políticos, sociales, empresariales o económicos, sirvan a un interés común: el de reforzar la confianza sobre España.
"Lo que digamos los españoles, ocupemos el puesto que ocupemos, en el Gobierno, en la oposición, en Europa, o en una comunidad autónoma, tiene mucha importancia para defender los intereses de 40 millones de españoles. (...) Hay que lanzar el mensaje de que sabemos lo que tenemos que hacer y de que vamos a tener éxito", ha subrayado.
Almunia ha declarado que a él, cuando le preguntan sobre España, responde que tiene unos "bancos extraordinariamente sólidos y competitivos", aunque también tiene un sector de cajas de ahorros que necesita reestructurarse.
También reconoce que, cuando le preguntan, admite que España tiene un alto nivel de paro, el más alto de la UE, y que tiene un mercado laboral que ha funcionado "muy mal", pero a la vez precisa que el país ha puesto en marcha una reforma laboral que hay que confiar en que dé resultados.
"Y me preguntan también si España tiene una deuda pública elevada y digo que no, que España tiene una deuda pública por debajo de la media europea y a la vez un programa de consolidación presupuestaria. Hay que hablar de España tal como es", ha indicado.
EL PLAN IRLANDÉS, "EXTREMADAMENTE DURO Y AMBICIOSO".
Preguntado por el plan de ajuste que ha presentado Irlanda y que implicará, entre otras medidas, el despido de 25.000 funcionarios, Almunia ha señalado que, aunque el plan todavía debe ser negociado y votado en el Parlamento irlandés, se trata de un proyecto "extraordinariamente duro y ambicioso". "Como todo plan de ajuste, no es agradable para nadie", ha admitido.
Almunia ha negado que la 'caída' de Grecia e Irlanda sea parte de una batalla emprendida contra el euro y ha explicado que el país heleno tenía en realidad problemas económicos "muy serios", sobre todo en su sector público, y que Irlanda había basado todo su crecimiento en el sector inmobiliario, todo ello alimentado por un sistema bancario más grande que la economía del país.
"Son problemas específicos. Lo que pasa es que afectan al euro. Las economías del euro están muy interrelacionadas y los mercados financieros no tienen barreras nacionales. Por tanto, la transmisión de los problemas de cada país es inmediata al resto de la zona", ha explicado.