Este viernes protección civil alerta de un riesgo muy alto de incendio en las regiones de Grecia Central y Ática
La situación de los incendios forestales en Grecia continúa siendo muy complicada, aunque el descenso del viento en el monte Parnitha, al noroeste de Atenas, ha permitido mantener casi controlada la situación en ese foco, uno de los tres más grandes del país.
Los focos más grandes son, además de el de Parnitha, el situado en los alrededores de Alejandrópolis, capital de la región del noreste de Evros, y el de la isla de Eubea. Los bomberos informaron de 69 nuevos incendios en todo el país en 24 horas, aunque la mayoría han sido controlados.
Los fuegos de la región de Evros, fronteriza con Turquía, continúan fuera de control y son los más destructivos de los que hay registro en la Unión Europea (UE), según el comisario europeo de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic.
Los incendios en Grecia han calcinado casi 80.000 hectáreas. La región de Evros es la más castigada con una superficie quemada de 72.344 hectáreas hasta el 22 de agosto, según datos facilitados a EFE por el Observatorio Nacional de Incendios Forestales.
"Debido a los frentes activos, se espera que la estimación final de la superficie quemada se vea afectada de forma significativa. En los próximos días se realizará una evaluación más precisa de estas zonas" indicó a EFE el equipo del Observatorio liderado por Ioannis Gitas.
Los fuegos en Evros, declarados el pasado 19 de agosto, han arrasado también gran parte del parque nacional de Dadia, una zona boscosa donde el pasado martes fueron localizados los cadáveres carbonizados de 18 migrantes irregulares que habían entrado a Grecia desde Turquía.
El 25 % de la superficie total de Grecia está cubierta por bosques, lo que convierte al país, proporcionalmente, en el cuarto con más superficie arbolada de Europa.
Las llamas han sido propiciadas por una combinación de altas temperaturas durante esta ola de calor, un clima muy seco y fuertes rachas de viento.
El ministro de Crisis Climática y Protección Civil, Vasilis Kikilias, también aseguró que algunos de los incendios cerca de Atenas fueron provocados.
"Algunos pirómanos están provocando incendios, poniendo en peligro bosques, propiedades y, sobre todo, vidas", dijo Kikilias en unas declaraciones en televisión.
Giannis Artopoios, el portavoz de los bomberos, también ha abundado en la idea de que algunos fuegos parecen provocados, pero existen muchas dificultades para probarlo.
Los acelerantes químicos son difíciles de rastrear después de los incendios, más en una situación en la que los cientos de bomberos desplegados luchan en condiciones muy desfavorables por controlar fuegos azuzados por fuertes vientos.
Este viernes protección civil alerta de un riesgo muy alto de incendio en las regiones de Grecia Central y Ática.
Grecia ha sufrido incendios forestales muy destructivos en los veranos de las últimas dos décadas. En 2018 murieron 104 personas en 2018 en localidades costeras cerca de Atenas a cuyos residentes no se les pidió abandonar sus casas pese a las cercanías de las llamas.
En 2007, una serie de devastadores incendios que afectaron a la región sur del Peloponeso mataron a más de 70 personas.