Un terremoto de magnitud 7,1 en la escala abierta de Richter ha sacudido este lunes las islas Kermadec, situadas en el norte de Nueva Zelanda, tras lo que las autoridades han aclarado que no existe amenaza de tsunami.
"No hay amenaza de tsunami para Nueva Zelanda tras el terremoto de magnitud 7,1 en las islas Kermadec", ha dicho la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (NEMA, según sus siglas en inglés), a través de un mensaje en su cuenta en la red social Twitter.
"A partir de la información existente, la valoración inicial es que es improbable que el terremoto haya causado un tsunami que suponga una amenaza para Nueva Zelanda", ha manifestado, horas después de confirmar "un tsunami que podría afectar a Nueva Zelanda".
Por ello, la NEMA había aconsejado a las personas que residieran cerca de la costa que hubieran sentido el terremoto que "se trasladen inmediatamente a zonas altas y tan lejos de la costa como fuera posible". Sin embargo, poco después ha retirado este aviso.
El lugar donde se ha situado el epicentro está en la zona en la que en marzo de 2021 se registró un terremoto de magnitud 8,1 en la escala abierta de Richter, que provocó evacuaciones en varias zonas de la Isla Norte de Nueva Zelanda.
Las islas Kermadec se encuentran deshabitadas en su mayoría, a excepción de la isla de Raoul, donde científicos neozelandeses pasan temporadas para llevar a cabo estudios meteorológicos, según recoge el diario 'The New Zealand Herald'.
De hecho, estas islas han sido escenario de varios seísmos de gran magnitud debido a que se encuentran en la falla surgida de la colisión entre las placas tectónicas pacífica y australiana, lo que provoca temblores frecuentes.