Rishi Sunak y Liz Truss, candidatos a suceder a Boris Johnson en la jefatura del Gobierno británico, protagonizaron este lunes un áspero debate con continuas interrupciones, en el que las mayores discrepancias llegaron por cuenta de sus planes en política fiscal.
Pese a que el debate televisado por el canal público BBC acabó con muestras de admiración mutuas entre los contrincantes, la ministra de Exteriores y el exministro de Economía pusieron sobre la mesa sus grandes divergencias en diferentes asuntos.
"Hay un desacuerdo genuino, como en los impuestos. Nuestras diferencias son serias, no son pueriles", dijo en un determinado momento Truss.
La jefa de la diplomacia británica, que recordó que discrepa con la decisión del Partido Conservador de forzar la dimisión de Johnson, goza de una importante ventaja en las encuestas entre los 160.000 afiliados "tories" llamados a votar para elegir al nuevo líder de su formación, que se convertirá automáticamente en primer ministro.
A causa de esa situación, Sunak salió claramente al ataque, interrumpiendo en numerosas ocasiones a su interlocutora y descalificando sus propuestas.
Como mejor orador, el antiguo ministro de Economía -cuya dimisión el 5 de julio precipitó la salida de Johnson- se ganó en varias ocasiones el aplauso del público, compuesto por simpatizantes "tories" de la localidad inglesa de Stoke-on-Trent, que en las últimas elecciones votó conservador por primera vez.
Pese a todo Truss se defendió sin perder la compostura y lanzó varios dardos envenenados a su rival. Los primeros sondeos apuntan a un empate entre ambos.
SUBIR O BAJAR IMPUESTOS
Ambos abrieron el debate rindiendo homenaje al político unionista norirlandés David Trimble, artífice del Acuerdo de Viernes Santo, cuyo fallecimiento se conoció minutos antes de que comenzase el cara a cara.
De inmediato, sus discrepancias acerca de los impuestos, que han marcado hasta ahora la campaña de las primarias, salieron a la palestra.
"¿Debemos pagar la factura de la pandemia nosotros o la ponemos en la tarjeta de crédito del país y le pasamos la deuda de nuestros hijos y nietos? Eso no es responsable", espetó Sunak a Truss a cuenta del propósito de esta de bajar impuestos.
La ministra de Exteriores subrayó que su intención sería comenzar a devolver esos préstamos en tres años y recordó al exministro de Economía que "ningún país está pagando esa deuda ahora".
"Tu propio asesor económico ha reconocido que eso obligaría a subir los tipos de interés hasta el 7 %. Piensa lo que eso supone para todos los que están pagando una hipoteca", lanzó Sunak, a lo que Truss replicó que "todo el mundo sabe que subir impuestos ahora dañará a la economía.
LOS "VIAJES" IDEOLÓGICOS DE TRUSS
Sunak utilizó los cambios de opinión que su adversaria ha tenido en el pasado como arma arrojadiza, especialmente en referencia al Brexit, al que la jefa de la diplomacia británica se opuso en un inicio.
"Me acuerdo del referéndum y de que aquí había una persona partidaria de salir de la UE y otra de seguir, y esa eras tú", criticó el antiguo aliado de Johnson.
"Y he aprendido", le contestó Truss, antes de decir que si hoy se celebrase la consulta votaría por salir de la UE.
El exministro y exbanquero de inversión también se refirió al "viaje" que su contrincante ha hecho en su opinión sobre China.
"Dijiste que vivíamos una era dorada en las relaciones con China", dijo. "¡Pero eso fue hace diez años!", le respondió Truss, quien a su vez le reprochó que hace solo un mes éste propugnaba al frente del Tesoro aumentar las relaciones comerciales con el gigante asiático.
LA SOMBRA DE JOHNSON
En otros aspectos como la posición frente a Rusia por la invasión de Ucrania ambos encontraron más puntos en común, como a la hora de descartar cualquier implicación directa en la guerra.
Preguntados sobre si ofrecerían a Johnson un puesto en su Gobierno, Truss arguyó que éste no querrá formar parte del Ejecutivo, aunque conservará una voz preponderante. Sunak cerró las puertas del todo a su antiguo jefe y se colocó como ejemplo opuesto a él por su "honradez".
"Es una de las personas más notables que he conocido y estoy orgulloso de lo que hemos conseguido en el Goberno. Pero llegamos a un momento en el que pensé que ya está bien, y actué por principios. Necesitamos a un líder que sea coherente con sus principios", dijo Sunak ante el aplauso del público.
"Restaurar la confianza es mantener tus promesas. Cuando nos elegieron nos comprometimos a no subir los impuestos, y se han subido. Yo soy alguien que cumple lo que promete", dijo la ministra en dirección a su adversario, responsable de un aumento de la cotización social.
Los militantes "tories" votarán por correo postal a lo largo de agosto, y el 5 de septiembre se anunciará el ganador. Un día después, Johnson presentará su renuncia a la reina Isabel II, quien encargará al nuevo líder del Partido Conservador la formación de un nuevo Ejecutivo.