Los hechos sucedieron en el domicilio familiar, en Málaga, en la madrugada del 16 de julio de 2019
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado la sentencia de treinta años de prisión para una mujer que asesinó en 2019 a su padre y lo intentó con su madre y tres sobrinos de 4,6 y 10 años.
Un jurado popular la declaró culpable en diciembre de 2020 de asesinar a golpes a su padre e intentarlo también con su madre y tres sobrinos mientras dormían en el domicilio familiar en Málaga, pero interpuso recurso de apelación que ahora ha sido desestimado, según la sentencia del TSJA, a la que ha tenido acceso Efe.
Los hechos se remontan a la madrugada del 16 de julio de 2019 cuando la acusada se quedó a dormir en casa de sus progenitores y golpeó a su padre tal cantidad de veces que falleció en escasos minutos.
Después acudió a la habitación dormía la madre y también le golpeó y asestó cuchilladas que le ocasionaron lesiones.
A continuación, para acabar con la vida de ella y de los sobrinos -que dormían- colocó una bombona de butano a la que cortó la goma que unía el regulador con la botella tras abrir la espita, de manera que el gas invadió la estancia.
No se produjeron sus muertes porque el mayor de los sobrinos se dio cuenta del fuerte olor a butano y corrió en busca de la abuela, que sacó a los menores del domicilio.
La sentencia indica que, en el momento de cometer los hechos, la mujer presentaba "ideas y alteraciones del estado de ánimo que disminuían de forma moderada su apreciación de la realidad, su conciencia y voluntad".
Durante el juicio la procesada aseguró que no se acordaba de los hechos y mantuvo que todo lo que sabía de ese día era porque su abogado se lo había contado, además de alegar que escuchaba voces que le hacían hacer daño, pero que con las pastillas que estaba tomando se encontraba más tranquila.