Cinco personas naturales de Nigeria han sido condenadas a 31 años de cárcel en total por traer desde este país a dos mujeres -también nacidas en el estado africano- engañadas y de forma ilegal para obligarlas a ejercer la prostitución en Málaga y León y pagar así la deuda contraída con ellos por el viaje.
Los condenados, dos hombres y tres mujeres, son responsables de delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, trata de seres humanos con fines de explotación sexual y falsedad documental, según la sentencia de la Audiencia Provincial de Málaga.
En los hechos probados se relata que durante enero de 2012 los procesados T.O, S.P e I.A se proponen introducir de forma ilegal a dos mujeres nigerianas -procedentes de Benin y Agbor- en España, a las que convencieron para que vinieran con la promesa de facilitarles el viaje y buscarles un trabajo para mejorar sus vidas.
A cambio, les tenían que devolver el dinero con lo trabajado, ocultándoles así la intención de someterlas a la prostitución y obtener beneficio económico de esta actividad.
Las víctimas salieron entonces de Lagos (Nigeria) y pasaron por Casablanca (Marruecos) antes de llegar al aeropuerto de Málaga, por donde entraron en España como si fueran turistas.
Durante el trayecto estuvieron acompañadas por el condenado A.C, quién en connivencia con S.P e I.A vigiló que no tuvieran problemas hasta llegar a Europa, además de llevarlas a su domicilio en Málaga, donde llamó a T.O para decirles que ya habían llegado.
Una vez aquí, las procesadas S.P e I.A -que ejercían de controladoras y protectoras de las víctimas o "mamys" para su explotación sexual- se ocuparon de regularizar la situación de estas mujeres y S.P de intermediar entre los clientes y una de las chicas, una vez se trasladó junto a ella a León para que ejerciera.
Todo el proceso de captación estuvo controlado por I.O, que era novia de T.O y, aunque no participó directamente sí tenía conocimiento de las actividades de su pareja, a quién llamó para preguntar si las víctimas habían llegado bien.
I.O contactó además con su madre para que le buscara una bruja vudú que comprobara si las mujeres que captaron llegarían sin problemas a España.
Por estos hechos, T.O ha sido condenado como responsable de un delito contra ciudadanos extranjeros a nueve meses de prisión, además de dos por trata de seres humanos por los que tendrá que cumplir cinco años y nueve meses de cárcel por cada víctima.
Su novia se enfrenta a 4 meses y una multa de 10 euros durante 14 días por cómplice en un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, y por otros dos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual a 5 años.
Por su parte, A.C -siete meses y 15 días-, I.A -cinco años de prisión, cinco meses y siete días- y S.P -siete años y 5 meses-, también han sido condenados por los mismos delitos, a excepción de S.P, que es responsable de otro de falsedad documental.
