La familia de un hombre de 83 años que murió el pasado marzo en el Hospital Costa del Sol de Marbella (Málaga) ha presentado una denuncia contra el servicio de ambulancias encargado de los traslados y a la doctora y al personal que le atendieron por si pudieran haber cometido un delito de homicidio por imprudencia médica. En el escrito se advierte de que el vehículo tardó más en llegar al centro hospitalario porque previamente había parado a realizar el cambio de turno.

   La denuncia presentada en los juzgados de Marbella por Francisco Damián Vázquez, letrado de la Asociación El Defensor del Paciente, se extiende al Servicio Andaluz de Salud (SAS) y a la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES) en calidad de responsable subsidiario, así como a cualquier otra persona o entidad que, en virtud de los hechos y su posterior investigación, pudiera resultar implicada.

   Según se establece en la denuncia, facilitada por la Asociación El Defensor del Paciente, el pasado 6 de marzo este hombre, con antecedentes de accidente cerebrovascular, se encontraba en su domicilio junto a una de sus hijas cuando ésta se percató de que tenía continuos ruidos respiratorios e inquietud mientras dormía.

   En un momento dado, comenzó a padecer movimientos convulsivos, dificultad respiratoria, bajo nivel de conciencia sin responder a órdenes verbales y mucosidad, por lo que llamó al sistema Emergencias 112 Andalucía.

   Cuando se presentaron los sanitarios en la vivienda, la doctora les comentó que no iba a hacer nada, ya que el paciente "tenía más de 80 años y que la causa de los síntomas es que le estaba repitiendo un accidente cerebrovascular".

   "A pesar de los gestos del hombre, llevándose la mano al cuello e intentando explicar que se ahogaba, seguía sin hacer nada, perdiendo un tiempo precioso", se expone en la denuncia.

   Incluso, se añade, "la doctora les intentó disuadir de la conveniencia de trasladarlo al hospital y sólo la insistencia de sus familiares le llevó a ordenar el traslado, dando instrucciones a la enfermera para cogerle una vía", ello a pesar de haberle informado de que "el paciente tenía unas venas muy problemáticas y que era portador de un reservorio subcutáneo de acceso venoso por este motivo".

   La doctora, según el testimonio de los familiares, contestó que no disponía de las agujas adecuadas para ello y que había que canalizarle una vía por si había una complicación por el camino, "suponiendo una demora de otros 45 minutos".

   Acto seguido le colocaron totalmente tumbado en una camilla, por lo que se ahogaba aún más. "Los sanitarios no hicieran caso a las súplicas de su familia para que le incorporaran el cabecero de la camilla, llegando en dicha posición al hospital con una demora de 40 minutos", se advierte, agregando, además, que los familiares llegaron 15 minutos antes que la ambulancia y que la doctora no permitió a ninguno de ellos acompañarlo durante el trayecto.

   Además, la ambulancia llegó al hospital sin la doctora que atendió al paciente en el domicilio y con otra enfermera. Además, al preguntar los familiares por la demora, se les comunicó que se debía al "cambio de turno realizado a las 08.00 horas, por lo que la ambulancia tuvo que detenerse primero en el Centro de Salud de Estepona (Málaga), donde bajaron la médica y la enfermera y subió únicamente otra profesional de enfermería".

   El paciente llegó al hospital con "una crisis convulsiva generalizada tónico-clónica, hipertensión, precisaba aspiración de secreciones, empeoramiento gasométricos, con datos de encefalopatía hipercapnica, por lo que necesitaba BiPAP, paresia de miembros izquierdos, entre otros síntomas", según se recoge en el informe del Servicio de Medicina Interna del Costa del Sol. Ante la gravedad de su estado, finalmente, falleció en la madrugada del 10 de marzo.

   Ante esto, la familia del fallecido no entiende "por qué la doctora tardó tanto en dar la orden de traslado del paciente desde su domicilio al hospital, a pesar de la gravedad de su estado y de los síntomas de dificultad respiratoria, bajo nivel de conciencia, convulsiones etcétera, y cuando había sido dado de alta el día anterior tras nueve días de ingreso a consecuencia de un ictus isquémico cardioembólico".

   "Igualmente negligente es --consideran-- la decisión de realizar el cambio de turno de la doctora y una enfermera durante el traslado del paciente al hospital, tardando la ambulancia hasta 40 minutos".

   Se hace hincapié también en la denuncia en que "en ningún momento se aplicó al paciente ni oxígeno ni aerosoles mediante mascarilla, ni se tomaron las medidas posturales ni mecánicas de aspiración de la mucosidad, hecho este último que pudo producir la encefalopatía por hipercapnia y acidosis metabólica por broncoaspiración diagnosticada".

   "Tampoco se tomaron las medidas necesarias para calmar los espasmos convulsivos que presentaba, pudiendo haberse tratado mediante las cánulas de administración que podrían haber revertido dicha situación", señalan.

ACTITUD "IRREFLEXIVA"

   Para el abogado de la Asociación El Defensor del Paciente, la actuación de estos profesionales sanitarios fue "irreflexiva, con falta de medidas generalizadas y urgentes", lo que supone "el abandono del paciente a su suerte" y constituye "una actitud inaceptable y una grave imprudencia médica".

   Por último, se precisa que no se entregó el informe de asistencia en el domicilio, por lo que se ha solicitado que se libre oficio al 112 y al Centro de Salud o en su caso al Hospital Costa del Sol si obra en el historial médico al objeto de que sea aportado.

   Los denunciantes piden también que se identifique a la doctora y a todo el personal sanitario que fueron a la vivienda, y reclaman, igualmente, otras pruebas, tales como la grabación de las cámaras del hospital en la entrada de Urgencias o los controles de turnos.