Momento definitivo. El sábado, sobre las diez de la noche, hora en la que habrá terminado el partido y la temporada del
Málaga como local, le sonará una alarma al aficionado que lo despertará de un mal sueño. Para ese momento, si todo va como tiene que ir, el Málaga habrá ganado al
Burgos y será un año más equipo de Segunda. Y se terminará el canguelo, y la
1ª RFEF quedará en un susto. Podrá el lector tratar de recuperar l
os años de vida que el Málaga les ha arrebatado en esta temporada tan dañina.
Las cuentas son fáciles: ganar significa permanecer. Perder significa depender de que pinchen
Real Sociedad ‘B’, que juega en el campo del Huesca, y
Amorebieta, que viaja a Cartagena. Sus rivales no se juegan nada, por lo que irán a muerte estando en descenso. Así tendrá que salir el Málaga ante un Burgos que tampoco se juega nada. Lo de no tener nada que ganar ni que perder tiene doble filo, eso sí. Cosas raras se han visto y se verán en esto del fútbol. Hay que ganar por lo civil o por lo criminal.
Guede recupera efectivos a tiempo,
Ramón estará disponible para el centro del campo y no se espera a Antoñín, castigado por el argentino. Veremos si
Kevin regresa a la convocatoria y si vuelve a haber sorpresas en el once. Se sabe lo imprevisible que es este entrenador, capaz de no repetir once en ninguno de sus partidos. No estará
Brandon por sanción, así que puede ser el momento de
Pablo Chavarría. La vuelta de
Víctor Gómez en el lateral, tras la titularidad de Casas en Tenerife, es más incógnita que nunca... o no. ¿Y
Luis Muñoz? Muchos ases en la baraja.
'Sold out' en La Rosaleda
El club lo ha confirmado: no quedan más entradas. La Rosaleda va a ser un
fortín de récord este sábado. Si los 13.500 abonados acuden sin falta, y los beneficiados de las entradas gratuitas cumplen, el tope logrado ante Las Palmas en la última victoria en casa se va a superar sobradamente. Los 22.128 espectadores de aquel 20 de noviembre será unas cuentas miles de gargantas más, con recibimiento incluído.
Pese a que la declaración de partido de alto riesgo afectaba al club porque lo obliga a cerrar las taquillas físicas y online en el día de partido, ni siquiera ha afectado en la venta de entradas. La afición ha respondido, y ahora le toca al equipo hacerlo con la victoria de la permanencia.
Burgos CF: rival engañoso
Se recuerda aquel partido en El Plantío como uno de los más lamentable del Málaga. Un 3-0 inapelable que dejó a muchos jugadores señalados. En la previa hubo altercados entre ultras y, por eso, el partido de La Rosaleda se ha declarado de
alto riesgo. Burgos, piel de cordero Llega a Martiricos un Burgos undécimo en liga, con opciones todavía de quedar noveno. Cuanto más alto se termine, más dinero para el club.
Es un aliciente para el equipo de Julián Calero, entrenador y padre del malaguista
Iván Calero, cedido en el Alcorcón. Habrá que vigilar de cerca a Pablo Valcarce (10 goles en liga, le hizo dos al Málaga en la ida) o Juanma García, los jugones.
Guede no se fía ni un pelo de este rival: "Yo me espero lo mejor del Burgos. Ellos van a venir a hacer su juego y a ganar el partido. No es fácil. El que crea que mañana, por la gente y el lleno, o porque el Burgos no se juega nada, vamos a ir 3-0 desde el principio está equivocados. Va a ser pico y pala".