Se me ha venido a las manos este libro porque el título (“El día que mi hija me llamó zorra”) te estimula muchísimo a leerlo, ¿o no? Una obra de Sara Desirée Ruiz, una especialista en tratar los problemas de los adolescentes quien después de más de veinte años de profesión ha decidido publicar un revolucionario libro que pretende orientar y dar las pautas a seguir a los progenitores para entender y gestionar, quizás el periodo más complicado, temido, convulso y decisivo de la vida.
Consciente de la dificultad que entraña y que muchas de las recetas no han funcionado como es debido, la autora propone una vuelta de tuerca en las pautas a seguir.
En primer lugar, propone resetear el cerebro de los padres para llevarlos hasta su adolescencia y conocer el terreno por los que van a discurrir los imprevisibles comportamientos de sus hijos; todo lo que les ocurre no es personal, es cerebral.
Con este nuevo enfoque, según la autora, cuando los progenitores acompañan a los adolescentes conocen mejor las tareas evolutivas más importantes de esta etapa, detectan con más precisión los factores de riesgo, hacen más eficientes las intervenciones y las recomendaciones y mantienen con más constancia el foco sobre sus hijos.
En definitiva, entender qué les pasa y conseguir que confíen en ellos a través de una comunicación fluida y sincera en la que poner límites no sea un suplicio y prevenir las conductas arriesgadas no resulte un fastidio para los adolescentes es uno de los objetivos de este libro que versa sobre una época de la vida que solo pasa una vez y que, a juicio de la autora, los padres suelen esquivar, ya que ninguno de ellos suele decir: “qué bonita es la adolescencia de mi hijo, qué ganas tenía de que mi hija fuera adolescente”.
Y es que entender y acompañar a los hijos en esta etapa es imprescindible para potenciar el desarrollo de sus habilidades y conseguir que su vida adulta sea lo más satisfactoria posible, por lo que este referente sobre la etapa adolescente recomienda “máxima atención”.
