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El abandono de los edificios catalogados provoca su venta

Muchos inmuebles con interés arquitectónico presentan el cartel de ?se vende? en sus fachadas, en la mayoría de los casos, muy deterioradas

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  • El conocido como Casa Millán es un edificio a la espera de restauración. -
Muchos son los edificios catalogados que se encuentran diseminados por el casco antiguo de la ciudad que, con el paso del tiempo, presentan serias muestras de deterioro, a pesar, como en algunos casos, de que muchos cuenten con un notable interés arquitectónico. Esta circunstancia ha provocado, en los últimos tiempos que, el abandono de estas casas catalogadas haya propiciado que sean sacadas a la venta como es el de Ventura Morón, 11, esquina Cristóbal Colón; el de la calle Cristóbal Colón, 14 y el de avenida Villanueva, esquina con Emilio Burgos.

El ubicado en la esquina de la calle Ventura Morón 11 con Cristóbal Colón es conocido como la Casa Enríquez. Este inmueble, que en la actualidad luce en su fachada el letrero de “se vende”, data de finales del siglo XVIII o comienzos del XIX. En concreto, el cuerpo con fachada a la calle Cristóbal Colón puede ser de una facha más avanzada del siglo XIX. De autor desconocido, hasta hace unos años tuvo un uso habitual de vivienda, de propiedad particular.

El edificio consta de dos cuerpos constructivos diferenciados. El principal, con fachada a la calle Ventura Morón, es de tres plantas. El segundo, con fachada a la calle Cristóbal Colón es de dos plantas. Entre sus características se cita que cuenta con un patio central pequeño con columnas de mármol y su sistema constructivo y de materiales es el de muro de carga, cubierta de teja en el cuerpo principal y azotea en el segundo.

La fachada está ornamentada con pilares de mármol que flanquean el portal y herrajes de gran calidad en tomapuntas de sujeción de balcones, barandillas y rejas de cierros.

El cuerpo segundo presenta recercados de huecos y cornisas, mientras que las molduras y cerrajerías son más modernas. Las solerías son antiguas, del tipo ajedrezado. El estilo o corriente arquitectónica del edificio es de barroco popular en el cuerpo principal y tardoneoclásico popular en el secundario.

Con el paso de los años, el inmueble ha sufrido una serie de modificaciones, de ahí que los cerramientos del patio sean antiguos, pero no los primitivos.

Máxima calificación
Según se recoge en el Catálogo del Patrimonio Histórico Inmueble de Algeciras, del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), figura como un edificio de notable interés arquitectónica, grado 2, la máxima calificación, al ser un “excelente ejemplo de la arquitectura algecireña del siglo XIX y su conjunto dota de personalidad al tramo completo de la calle, situada a la espalda de la iglesia de La Palma”.

Como intervenciones posibles sobre el inmueble se refleja “obligada conservación y mantenimiento y permitida la rehabilitación con modernización y adecuación funcional de los interiores”. Por contra, según se recoge en dicho catálogo, está prohibida “la eliminación de elementos antiguos que no estén obsoletos y se recomienda la rehabilitación integral para vivienda, que podría ser una actuación modelo por la calidad del edificio”.

Cristóbal Colón, 14
Otro claro ejemplo de edificio a preservar que está puesto a la venta es el que se encuentra situado en el número 14 de la calle Cristóbal Colón, junto al actual establecimiento de La Suite de las Cortinas, comercio que, curiosamente, ha pasado de estar asentado en otro edificio a conservar, el de la calle General Castaños, a encontrarse situado junto a otro inmueble con interés arquitectónico, recogido en el referido catálogo como grado 3.

El inmueble data de mediados del siglo XIX, en concreto de 1858 según luce en su fachada y es de autor desconocido. Su uso fue residencial y de propiedad privada. Se trata de una pequeña casa de dos plantas entre medianeras, con un sistema constructivo de muros de carga y cubierta de azotea. Conserva buenas rejerías de hierro forjado en cierro y balcón corrido, con cornisa y recercados de huecos con molduras y aplisastrados. El portal tiene cancela de hierro colado, azulejos de zócalo y recercado de hueco, así como barandilla de escalera de hierro colado. El estilo arquitectónico es el clasicismo popular. Con el paso de los años, los hierros fueron sustituidos y la repisa del balcón corrido debió ser sustituida hace muchos años. El edificio conserva buenos elementos decorativos y la fachada es de interesante composición. En el conjunto se conservan elementos decorativos análogos a los de otras casas del siglo XIX.

En cuanto a las intervenciones posibles sobre este elemento, según el catálogo, “es obligada su conservación y mantenimiento y prohibidas las obras de rehabilitación, adecuación funcional y modernización, así como la eliminación de elementos antiguos no obsoletos”. También se recomienda “la eliminación de los cierros de la planta alta o sustitución por otros más adecuados”.

Esquina avenida Villanueva
Otro de los edificio a preservar que está puesto a la venta es el situado en el número 1 de la avenida Villanueva, esquina calle Emilio Burgos, ubicado en el entorno del río de la Miel, en su desembocadura y configura una esquina hacia el puerto del borde bajo de la Villa Vieja. De autor desconocido, su construcción data de comienzos del siglo XX y su uso ha sido residencial y comercial, dado que en la plata baja se situaba un bar muy conocido en la ciudad. De propiedad particular, el inmueble constituye un bloque de proporción muy alargada, de tres plantas en esquina y entre medianeras, con un airoso mirador en las dos plantas superiores mirando hacia el puerto, que en su momento presentaba balaustres y carpintería cuadriculadas de madera con vidrios de colores, así como balaustres en el resto de los huecos y en el perfil de azotea, con pilastras y jarrones. El cuerpo de salida de la escalera es a dos aguas, con decoración de cornisa quebrada y jarrones. El conjunto es de aire colonial, propio de la zona y conserva sus caracteres primitivos.

Se trata de un edificio bastante original, con una imagen muy característica, en el singular emplazamiento que posee. Forma parte de la arquitectura algecireña de comienzos del siglo XX, ligada a un momento importante para la población. Su clasificación de interés arquitectónico es de grado 3.
Con respecto a este edificio, el catálogo recoge que es “obligada su conservación y mantenimiento y permitida la adecuación interior, pero está prohibida la eliminación de elementos originales no obsoletos” y se recomienda su rehabilitación.

Casa de Ramón Puyol
En este repaso por edificios a preservar se puede hacer un alto en el situado en el número 6 de la calle José Román, la casa natal de Ramón Puyol. Hay que recordar que se conmemoró el centenario del nacimiento del artista local, en el año 2007. Cultura a través de Inmaculada Nieto anunció que se estaba estudiando la posibilidad, con los dueños del edificio, de que se pudiera adquirir para que se le diera el uso de casa museo.
Sin embargo, han pasado los años, el inmueble sigue estando igual y esta iniciativa anunciada entonces se quedó en un mero proyecto, dado que por parte de Cultura no se ha hecho nada en favor de este inmueble, que está catalogado, por su interés arquitectónico como grado 2.

La Trocha
“El 70 por ciento de los edificios catalogados se encuentra en situación ruinosa”. Así lo aseguró el presidente de la Asociación en Defensa del Patrimonio La Trocha, Manuel Correro, al ser preguntado sobre cuál es el estado del patrimonio histórico de la ciudad. Correro manifestó que el edificio situado en la esquina de la calle Ventura Morón con Cristóbal Colón “está abandonado”, un asunto “que hemos denunciado en varias ocasiones, porque somos conscientes de que, si no se actúa, al final terminará cayéndose”.

Sobre el inmueble situado en el número 14 de la calle Cristóbal Colón, destacó que “hace un año estaba prevista una intervención en dicho edificio, que pasó por la Comisión de Patrimonio, pero parece que todo se quedó en ese trámite”, a pesar de que es “uno de los más representativos de la arquitectura de mediados del siglo XIX” . Por último, sobre el edificio del número 1 de la avenida Villanueva, Correro dijo que “parece que el propietario se preocupa por rehabilitarlo y, en una de las últimas comisiones de Patrimonio, el concejal, Gabriel Orihuela, manifestó que el propietario iba a colocar una vidriera de palillería en PVC, imitando a la madera, para que no le afecte la humedad”.

En cualquier caso, el presidente de La Trocha recordó la situación de otros edificios emblemáticos como la conocida como Casa Millán, de la Plaza Alta, el edificio La Suit de las Cortinas, de la calle General Castaños, prueba “de que el concejal de Urbanismo, Diego Sánchez Rull se ha olvidado de nuestro patrimonio histórico, llegando incluso a hacer bueno a su antecesor en el cargo, José Ortega”. Por ello, Correro aseguró que el posicionamiento “de Sánchez Rull es de total desidia con respecto a los edificios catalogados y no propicia que pueda intervenir la Policía Urbanística”, concluyó.

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