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Jerez

La emotiva carta de Lourdes tras superar el coronavirus en Jerez

Ha pasado doce días ingresada y, agradecida, emociona con sus palabras de humanidad, esperanza y agradecimiento

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  • Coronavirus. -

Tras doce días hospitalizada, Lourdes Vázquez cruzó ayer la puerta del Hospital de Jerez recuperada. Es una de esas personas que nos aportan un rayo de esperanza. ¡Ha sobrevivido al coronavirus! 

Tras las rendijas del dolor se cuela la luz de  la esperanza de un mundo más bueno y feliz, donde cada segundo de vida es un regalo divino; y percibimos que ya éramos ricos, pero no lo sabíamos

Su mensaje es un soplo de esperanza para todos aquellos que han contraído el COVID-19 o tienen a alguien querido que lo padece. 

 

TRAS LAS RENDIJAS DEL DOLOR

 "Esta es una enfermedad que ataca tanto a ricos como a pobres", dicen. 
Pero no. Esta enfermedad ataca a los ricos; porque ricos somos los que, postrados en una cama de hospital, tenemos familia y amigos regalándonos el corazón con mensajes de ánimo y cariño, que nos acompañan en las largas horas.

Ricos, los que a diario somos atendidos por unos ángeles de la guarda que velan por nuestra recuperación . -Es nuestro trabajo-, dicen. Entonces, ¿qué pasaba?...¿donde estabais, que no nos habíamos fijado?. Sólo se les ven los ojos, -¡benditos ojos de ángel!-, bajo unas gafas, a veces empañadas, que se clavan " donde les pilla", gorros, batas de protección, mascarillas y dobles guantes. Valientes guerreras y guerreros ante el desafío de la muerte.

Somos ricos porque nos acarician el alma otras almas inquietas por nuestro bienestar. Sentimos las oraciones y plegarias de los que nos quieren, y nos dan fuerzas para seguir luchando. Y esas plegarias nos acercan a Él, sentimos su compasión y vivimos el misterio de su Amor. Entonces recuerdo lo que tanto nos decía mi madre: " Ofréceselo a Dios."
 
Somos ricos porque notamos nuestro propio sufrimiento sumarse al sufrimiento de otros, y al compadecernos de ellos, ese dolor se diluye. Pero ese mismo dolor se hace insoportable cuando vemos todos los que se van quedando en el camino, algunos en la más triste soledad. ¡Pobres familias!. "¡ Cuánta humanidad sufriente !".

Somos ricos porque nos sentimos capaces de perdonar actitudes y palabras que duelen, porque ya conocemos el miedo, y comprendemos. Y ese perdón da mucha paz.

Somos ricos porque sabemos que tras la puerta de esta cárcel nos espera la vida, la que quizás no valorábamos tanto.  Intuimos que hay mucho bueno por retomar, y muchos seres queridos a los que sonreír, mirar a los ojos, y abrazar sin brazos; porque las sonrisas abrazan, los buenos deseos abrazan, y la alegría por volvernos a ver.  

Tras las rendijas del dolor se cuela la luz de  la esperanza de un mundo más bueno y feliz, donde cada segundo de vida es un regalo divino; y percibimos que ya éramos ricos, pero no lo sabíamos.

( Sirva esto para agradecer tanto a los de dentro como a los de fuera, el haberme cuidado, querido, hecho reír, preocuparse por mi estos días de aislamiento en el hospital de Jerez de la Frontera. Gracias a todos. Que Dios os lo pague y os bendiga.)

 

LOURDES VÁZQUEZ
 

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