Los afectados fueron objeto, a mediodía, de un examen médico tras la llegada de una ambulancia solicitada por CC OO al Servicio Andaluz de Salud.
Según comentó a este diario uno de los trabajadores afectados, en algunos casos el ánimo está más bajo, pero en las primeras 24 horas no ha mermado la salud de los protagonistas de la huelga, unas pruebas que podrían repetirse en los próximos días, comentó.
La noche la han pasado durmiendo entre cartones en el interior del edificio, y reconocieron que sólo están ingiriendo agua y bebidas isotónicas, y afirmaron que así continuarán hasta que obtengan alguna respuesta.
La secretaria comarcal de CC OO, Inmaculada Ortega, solicitó formalmente una reunión urgente de la Mesa de Interlocución Permanente del Campo de Gibraltar para buscar una solución al conflicto.Desde CC OO comentaron que la iniciativa cuenta con el respaldo de UGT.
También el Partido Comunista de Andalucía (PCA)se sumó a los apoyos a los trabajadores tras mantener una reunión con ellos el pasado martes, y envió un mensaje a la AGI para que “mueva ficha” teniendo en cuenta “los grandes resultados económicos alcanzados en el último año” y “hacer entender a la FECG que esta equivocada con su actitud” de incumplir el acuerdo.
Contestación
Por su parte, la FECG ha decidido salir al paso de las últimas declaraciones efectuadas por las secciones del Metal de los sindicatos Comisiones Obreras (CC OO) y UGT en relación con el conflicto de los ex trabajadores de la empresa Liver.
Las formaciones sindicales acusaban a la FECG de “incumplir el acuerdo” mediante el cual los trabajadores que se habían quedado sin trabajo en Liver serían recolocados en otras empresas integradas en la federación.
El secretario general de la patronal, Fernando Gil,, recordó que la institución “en todo momento actuó con la intención de colaborar” después de las concentraciones de protesta protagonizadas por los trabajadores hace dos años, entre ellas una de varios días ante las puertas de Acerinox y Refinería. “La FECG”, continuó Gil, “ofreció su colaboración e intermediación para buscar soluciones ante una situación que correspondía resolver en todo caso a los representantes de Liver y a los de los trabajadores afectados”, en parte porque Liver no estaba asociada a la federación. Gil remarcó, además, que la legislación laboral “para nada obliga a quienes hemos intervenido”. Igualmente, considera que “los auténticos protagonistas fueron aquellas empresas miembros de la FECG que se ofrecieron a acoger a dichos trabajadores sin obligación legal”.
