¿Qué lleva a chavales o menos chavales a salir a la calle con una navaja en el bolsillo? ¿A qué van al botellódromo , a convivir o a fastidiarse?
Mal despertar tuvimos el domingo, desayunando con la tristísima noticia de que un chaval de 17 años había perdido su vida en un minuto, en una pelea inútil y con una navaja de por medio. Ni las razones del enfrentamiento mortal, ni las maneras de aquella emboscada con desenlace fatal me importan, lo que me queda es el recuerdo amargo de una vida joven hecha añicos y de otro chaval, porque el presunto autor de los hechos, aunque tenga la mayoría de edad oficial, sigue siendo, como el fallecido, un niño, con su vida sesgada por unos instantes de ira incontenida. También me quedan muchas preguntas en el aire que, seguramente, no tendrán respuestas. ¿Qué lleva a chavales de 16, 17 ó 19 años a salir con una navaja en el bolsillo? ¿Qué buscan divertirse o pegarse? ¿A qué van al botellódromo, a convivir con otros amigos o a fastidiarse? ¿Por qué hay botellódromos oficiales, por qué se permiten macroconcentraciones los fines de semana y qué medidas de seguridad se toman? Ya sé que se trata de un sitio público, pero no es menos cierto que si hay que admitir el botellón, la botellona o como quiera llamarse, también se podrían tomar precauciones como las que se toman a la entrada de un campo de fútbol, que se cachea al aficionado para ver si lleva algún arma, que un arma, y criminal, es la navaja. Unas navajas que se están sacando a pasear con una frecuencia excesiva y que habla de que hay algo en esta sociedad que no encaja. Y es que ayer, en la redacción y comentando el tema, salió el caso del individuo que iba en moto, que se saltó un ceda el paso y que cuando fue recriminado contestó con un navajazo a la persona a la que había estado a punto de arrollar anteriormente; o las dos personas que se liaron a mamporros a las siete de la mañana en la avenida Domecq o el individuo que no se sabe por qué razones le sacó la navaja a una pareja que le había reprendido alguna acción. ¿Qué le pasa a esta sociedad, que pasa con esta espiral de violencia que estamos viviendo? ¿Hasta cuándo? ¿Cómo se ataja? Por cierto que lo del botellódromo podría haber derivado en alguna que otra dimisión. Por responsabilidad.