El pasado viernes, con motivo del encendido del alumbrado extraordinario navideño, Jerez tuvo muy presente a las familias valencianas afectadas por la DANA, y también a quienes han participado como voluntarios en las labores de limpieza o ayuda humanitaria. De hecho, una representación de esos voluntarios fue la encargada de pulsar el botón. Entre ellos se encontraban los agentes que impulsaron la Iniciativa Policial Solidaria que se desplazó a Valencia con una comitiva de más de 120 personas y cuatro tráilers cargados de alimentos y productos de primera necesidad. Una experiencia que no se va a quedar ahí y se va a ver complementada con una campaña de recogida de juguetes y material escolar con la que pretenden regresar a los municipios afectados pensando en las navidades de los más pequeños.
“Los niños no se pueden quedar sin esa ilusión”, apunta Luis Rodríguez. “Estamos preparando la campaña de recogida de juguetes para poder trasladar todo lo que se pueda a esas familias y a esos pequeños, para que sea una navidad más”, apostilla Rafael Lachica.
Los dos formaron parte de esa expedición que ha marcado sus vidas para siempre. “Para mí siempre va a haber un antes y un después”, señala Rafael. No sólo eso, como comenta José Manuel Navarro, “después de presenciar lo que allí ha ocurrido, valoras de verdad lo que tienes aquí, porque de un día para otro lo puedes perder todo”.
Una experiencia “triste”, como reconoce Jesús Jiménez, otro de los agentes, “porque ves que la gente está sufriendo y cuando te vas te queda la sensación de que hay que seguir haciendo más cosas. Hay que seguir trabajando y luchando por esas familias, porque lo han perdido todo”. De ahí esta nueva iniciativa que ya tienen puesta en marcha y para la que cuentan de nuevo con el apoyo solidario de toda la provincia, ya que “conforme avanza el tiempo ya no hay tantas empresas que van a poder seguir aportando como la primera vez, pero la intención es acudir en cuanto podamos”.
Ya no se trata exclusivamente de solidaridad, sino de compromiso, porque como cuenta Luis Rodríguez, “lo que ves allí es algo sin precedentes, que no puedes ni imaginar. Te vas con la sensación de que hace falta mucho trabajo y de que va a hacer falta mucho tiempo para que se reponga y todo vuelva a la normalidad. La gente aporta como puede, pero parece que eso no va a tener arreglo”.
Ellos estuvieron en Catarroja, Albal y Paiporta. “Es para tirarlo todo y levantarlo de nuevo. Allí con una escoba no vas a hacer nada, hace falta maquinaria pesada, pero con la colaboración entre unos y otros al final se pueden hacer grandes cosas”, comenta Jesús.
“Vas andando y no es nada comparable a lo que se ve por la tele. Humanitariamente es lo más difícil a lo que nos hemos enfrentado, porque el policía vive los 3-4 minutos más difíciles de la gente, pero lo que se vive allí no tiene comparación”, recuerda Lachica.
Y pese a esa desolación, coinciden en que “es lo más gratificante que he hecho en mi vida”, de ahí ese empeño por seguir contribuyendo en favor del pueblo valenciano.
