En principio, los ambulantes permanecerán en este lugar hasta justo después de la finalización de la Feria Real, ya que la Autoridad Portuaria necesita que el Llano Amarillo esté disponible para la Fase Salida de la Operación Paso del Estrecho (OPE) por esas fechas.
Este año, además, se da la circunstancia de que la APBA está llevando a cabo obras de adecuación del frente litoral, lo que obligará a cuadrar un auténtico rompecabezas si se quiere compaginar los citados trabajos, la bolsa de aparcamientos y el mercadillo.
A todo esto habrá de sumarse el campamento en el que los feriantes se sitúan mientras dura la semana grande de Feria y que se sitúa también al final del Llano.
Tráfico
Con todo, uno de los mayores problemas se concentrará en el tráfico rodado de cada martes, ya que experiencias de años anteriores demostraron la dificultad de que la avenida Virgen de absorber la circulación de forma eficiente.
Los ambulantes conocieron el martes de la pasada semana su traslado y que durante abril y mayo no habrá novedades con respecto al año pasado. Eso sí, el 7 de junio sólo montarán los puestos comprendidos entre el 1 y el 100; el 14 de junio del 100 al 200; y el 21 junio del 200 del 300.
Sin embargo, los comerciantes temen “qué pasará el 28 de junio y el 5 de julio”, dado que dudan de que la Feria esté ya desmontada.