—¿Qué valoración hace de su gestión al frente de Mancomunidad?
—Lo primero que quiero resaltar de los tres años y medio que llevo es que hemos conseguido ser un equipo cohesionado. Eso es muy importante para desarrollar la labor. El grupo comarcal y el equipo de Gobierno del PSOE y los apoyos que hemos tenido de IU y Juan Carlos Galindo de USR han sido una apuesta fundamental por cohesionar un equipo de Gobierno. Posteriormente, nosotros hicimos una apuesta por vertebrar la Mancomunidad y por hacer de ella un referente político. Han sido muy importantes los acuerdos a los que se ha llegado con la oposición, representada por el PP. Hemos sido capaces de ponernos de acuerdo desde un principio, por ir caminando juntos por el bien de la institución. Pero es que, de ese camino que se ha ido enlazando, hemos conseguido llegar hace poco a noviembre con un Consejo de Alcaldes totalmente unido. Esa es la primera apuesta que hay que resaltar como institución. La segunda es la que se ha hecho por los servicios, y ahí tengo que seguir insistiendo en el Pacto por los Servicios Públicos, la ampliación de servicios que se está dando al ciudadano y la posibilidad de abrirse hacia nuevas aventuras. Y, por último, y no menos importante, nuestra política social como referente dentro determinados proyectos, que fuesen hacia políticas sociales o de empleo.
—En el caso del servicio mancomunado de la basura, municipios gobernados por el PP como La Línea o San Roque se han visto beneficiados...
—La Línea y San Roque no es que se hayan visto beneficiados, sino que se han visto reforzados en los servicios. La apuesta por los servicios públicos es muy importante. Por tanto, quienes se benefician son los ciudadanos. En este caso, La Línea y San Roque, pero es que Los Barrios, Tarifa, Jimena y Castellar ya eran de esos servicios públicos. Y si miramos a Algeciras, la limpieza también es un servicio público. Por tanto, yo no pienso que se beneficie un municipio en detrimento de otro, sino que se benefician todos porque la unidad conlleva un ejercicio de solidaridad y generosidad entre los municipios. Ha sido un beneficio para todos los municipios, sin excepción. Además, el pacto lleva una serie de apartados, entre ellos el de no tomar ninguna decisión sobre la política tarifaria que repercuta en el futuro.
—La posibilidad de asumir la gestión de Algesa fue descartada recientemente pero, ¿varía el escenario con el embargo practicado por Hacienda a la empresa municipal?
—El problema no es Algesa, el problema son los servicios. Nosotros no nos traemos las empresas, nos traemos los servicios. La dificultad o no económica de los servicios no va a hacer que se decida que un servicio venga o no. Es la posibilidad de la Mancomunidad de absorber ese servicio, que es distinto. No es que si te va mal a ti yo me lo traigo. Es si yo puedo como institución asumir el servicio. A partir de ahí, hay una serie de reglas que cumplir. Lo mismo que ocurrió en La Línea, ocurrirá con cualquier otro servicio. No se puede traer un servicio que venga a deteriorar la situación económica de la Mancomunidad, porque ello perjudicaría al conjunto. Sí es cierto que es más fácil, al ser un servicio público como es el de Algeciras, que sean absorbidas las competencias, pero es una cuestión que, como ya ha dicho el alcalde, Diego Sánchez Rull, se hablará en su momento. Pero ni ahora es el momento por el Ayuntamiento de Algeciras ni por la Mancomunidad. Pero eso es independiente de la apuesta que hace Sánchez Rull como alcalde de Algeciras por la política y por el Pacto por los Servicios Públicos, que no tiene nada que ver con Algesa. Si se confunde es porque hay una mala interpretación y no se está en la realidad de la comarca.
—¿Se ha conseguido avanzar en las pretensiones de Mancomunidad en el Foro Tripartito?
—Yo fui a ver a Moratinos y le dijimos que queríamos participar en el Foro Tripartito, porque entendíamos que los ciudadanos de este lado de la frontera tienen que tener, por lo menos, la misma presencia que los del otro lado. Y sí, yo me siento muy bien representada por mi Gobierno, no tengo ninguna queja, pero sí quiero estar. Porque el día a día se vive desde esta institución y sus siete ayuntamientos, y como representantes de la voz de los ciudadanos, tenemos que estar. Hasta ahora, las reuniones que ha habido han sido a nivel técnico. Mancomunidad está participando, sobre todo en las comisiones de medio ambiente, porque se trata el tema de los residuos y nosotros tenemos intereses empresariales y económicos en ese tema. Por parte del ministro no hubo ningún problema en la presencia, pero, como hasta ahora no se ha reunido el Foro, no sabemos qué línea va a seguir.
—Ese trabajo es paralelo al del Consejo de Alcaldes, ¿no?
—Se habló de hacer un Plan de Regeneración Económica para el Campo de Gibraltar, y se está trabajando sobre ello. En esos términos se llega a una serie de cuestiones, y una de ellas es que, debido a la situación geoestratégica en la que está la comarca, con Marruecos y Gibraltar enfrente, creemos que nuestro interlocutor con los demás ministerios es el de Exteriores. Además, coincide con uno de los puntos del Foro, que dice que intentará compensar el desarrollo socioeconómico de la comarca del Campo de Gibraltar. Por todo ello, entendemos que nuestro interlocutor es el Ministerio de Asuntos Exteriores. Sabemos que no es un ministerio inversor ni económico, pero tenemos que dirigirnos a él, y el que conoce la realidad y tiene sensibilidad en el marco en el que estamos es Exteriores.
—Y ¿cuáles son las necesidades de la comarca?
—Estamos trabajando en ello en el Consejo de Alcaldes, y establecimos entre los siete alcaldes y los vicepresidentes que estábamos desarrollándolo que no íbamos a dar un traslado público por dos cuestiones fundamentales. Porque creemos que hay que trabajarlas bien y no hacer artificios, porque no vamos a frustrar más al ciudadano. Vamos a hacer nuestras reivindicaciones y vamos a trabajar poniendo todo el esfuerzo en una sola dirección, con la prudencia de no hacer fuegos artificiales, sino un trabajo serio, concienzudo y encaminado a conseguir el objetivo y la meta, cueste lo que cueste y las veces que haga falta.
—¿También se quiere mancomunar la tributación de impuestos?
—En el Consejo de Alcaldes se habló de hacer un informe sobre el Servicio de Recaudación y ver la posibilidad de un servicio comarcal de Recaudación. Ahora mismo, se necesita mucho dinero para eso, pero vamos a hacer un informe y vamos a ver qué nos dice ese informe, para ver cómo funciona el servicio de Recaudación.
—¿Cuál es el estado de las cuentas de Mancomunidad?
—El lunes vamos a cerrar el presupuesto o intentar cerrarlo. Estamos haciendo ajustes económicos desde el principio de 2007. Hemos establecido una serie de mecanismos correctores, y para nosotros es primordial dos cuestiones. Sanear las cuentas, que hasta este momento lleva una buena dirección. Y la segunda es intentar terminar de paliar, al menos lo máximo posible, a los proveedores. Ha habido un efecto de amortiguar en la institución, que no quiere decir que no haya pasado por dificultades económicas, más si se nutre de los ayuntamientos, y si están pasando por un mal momento, pues nos llevan a nosotros por delante; pero hemos intentado resolver por nosotros mismos esta situación económica y creo que va encaminada a que, si pasamos diciembre, tendremos nuestras dificultades pero vamos a terminar el mandato honrosamente. Y si, encima podemos limpiar las deudas que tenemos con los proveedores, que es una prioridad que tenemos, la gestión va a ser redonda.
—Uno de los frentes de Mancomunidad son las políticas sociales...
—Seguimos trabajando con los talleres de empleo, con los centros de formación, empleo y asuntos sociales. Se sigue trabajando, sobre todo, para los pequeños municipios como Castellar y Jimena donde, por circunstancias de número de habitantes no pueden tenerlo. Ahora mismo no estamos haciendo ningún otro tipo de gestión que no vaya más allá de lo que se está haciendo actualmente para no cofinanciar programas, porque eso conlleva una aportación económica que luego se ve reflejado en determinados proveedores a los que no podemos hacer frente. Y, por tanto, no vamos a seguir generando deudas. Seguimos trabajando en los temas de minorías étnicas que, por cierto, el 27 de diciembre va a haber una muestra gastronómica intercultural que va a recuperar las que se hacían antiguamente. Y seguimos trabajando con la mujer, que el centro comarcal de información a la mujer atiende a los pequeños municipios de la misma forma que se hace desde un centro de información, y sigue con sus programas de violencia. Y con el departamento comarcal de drogas, de la mano de Miguel Alberto Díaz, que el 14 de diciembre hace un acto con Barrio Vivo en Millán Picazo. Es uno de los temas más importantes que, desde políticas sociales, se ha puesto como referencia, ya que el departamento comarcal de drogas es una traslación de lo que la comarca está viviendo. No somos referentes porque tengamos más adictos, sino porque hemos puesto los medios y se ha unido la ciudadanía en contra de esa mala práctica. Por eso somos referentes, pero se ha trasladado de otra forma.
—¿Repetiría mandato?
—Yo voy a estar a disposición del partido, que es el que decide si se va a seguir y cómo se va a seguir. Yo lo que quiero es terminar mi mandato, seguir trabajando y poner en valor la gestión que se ha hecho.
