También ha decidido ?romper por completo las relaciones laborales con la Dirección?
El comité de empresa de la Refinería Gibraltar-San Roque, de la Compañía Española de Petróleos, SA (Cepsa) denunció ayer que la dirección de la fábrica supuestamente despidió el pasado martes 16 a un trabajador, “alegando como único motivo que existen indicios de que puede ser el autor de una pintada en un coche en el exterior de las instalaciones” de la factoría, “aparcamiento en el que vienen repitiéndose robos, hurtos y roturas de cristales ante la total pasividad de la empresa, aduciendo que no es de su jurisdicción dicho recinto”.
Por ello, el comité de empresa, “una vez agotadas todas posibilidades de reconducir la situación de la manera menos lesiva posible para las partes”, ha acordado por unanimidad varias medidas de acción sindical, entre ellas “romper por completo todas las relaciones laborales con la Dirección de la empresa”.
Además, el comité de empresa ha decidido convocar una asamblea permanente en la puerta de las instalaciones, donde propondrá la parada de las instalaciones “a modo de enérgica protesta contra estos hechos”.
Igualmente, los miembros del comité de empresa solicitarán a los trabajadores “la no asistencia” al almuerzo de Navidad ofrecido por la empresa a los empleados.
Encierro permanente Asimismo, el comité de empresa ha acordado encerrarse de manera permanente desde la noche de ayer “y hasta la resolución del conflicto”.
Las medidas, “aún sabiendo que no son positivas para los intereses de los trabajadores, se hacen necesarias ante la estrategia que la empresa intenta implementar de amedrentamiento y temor en los trabajadores, los cuales quedamos ante la total indefensión y sometidos a un régimen autoritario y abusivo que irían en detrimento del buen desarrollo de las relaciones laborales pretendidas por los trabajadores”, dice el comité de empresa.
El órgano defensor de los trabajadores considera que, “ante estas acusaciones vertidas por parte de la empresa, al trabajador acusado en ningún momento se le permite una defensa justa, no se le presentan más pruebas que el supuesto informe de dos peritos calígrafos contratados y pagados por la empresa. Ni a la representación de los trabajadores ni a la Asesoría Jurídica del trabajador se le facilitan las pruebas que solicita y que, en teoría, son las que lo acusan, no permitiendo de esta forma una defensa justa y necesaria por parte del trabajador”.
Ante los supuestos hechos denunciados por el comité de empresa, éste afirma que “los trabajadores nos encontramos en una situación de indefensión total, sometidos a la tiranía caprichosa de una Dirección de la empresa con total impunidad para despedir trabajadores, independientemente de que existan pruebas que demuestren falta alguna”.
Por su parte, fuentes de Cepsa contestaron ayer que “ha sido un conflicto, no de la empresa contra un trabajador, sino entre dos trabajadores, que venía desde hace tiempo, y que desembocó en que uno de ellos se tomó la justicia por su mano y pintó el coche del otro”.
Además, Cepsa señala que la empresa “comenzó una investigación muy exhaustiva, y, tras ella, se acordó, en base a una sanción muy grave y conforme al convenio colectivo, que para eso está, aplicar la normativa”.