El Pleno municipal ha aprobado hoy una inyección extraordinaria de 640.000 euros a Fundarte (Teatro Villamarta) para poder liquidar el ejercicio 2022, una cantidad que se suma a los 1,5 millones de euros que el Ayuntamiento aporta anualmente para su sostenimiento.
La medida ha salido adelante con el respaldo de todos los grupos políticos a excepción de la concejal de Podemos Rocío Monedero, que se ha abstenido. En todos los casos han coincidido en la necesidad de adoptar medidas que garanticen la viabilidad del Teatro Villamarta sin necesidad de recurrir a nuevos créditos extraordinarios del propio Ayuntamiento.
La intervención más concluyente ha sido la de la propia alcaldesa, Mamen Sánchez, que ha advertido públicamente de que en el futuro la gerencia de la Fundación tendrá que aclarar el coste de cada espectáculo antes de que el patronato apruebe la programación anual, porque “hay producciones que se pueden ir de madre”.
Sánchez ha admitido que los miembros del patronato dan su visto bueno a la programación sin que la gerencia les presente “una previsión de ingresos y gastos”, una costumbre que no se puede mantener dado que esa junta tendrá que decidir “si determinadas cosas se pueden hacer o no se pueden hacer” en función de su viabilidad económica.
“Nos presentan una programación muy bonita, pero no sabemos el coste que tienen, así que le hemos dicho a la gerente que no firme un contrato más si antes no lo hemos visto”, subrayó.
De cara al futuro inmediato, la alcaldesa ha dejado claro que “si un año tenemos que bajar la calidad de esa programación y no podemos hacer determinadas producciones, pues no se harán”, pero la prioridad pasa ahora por garantizar “el equilibrio económico” de una Fundación abocada a la quiebra apenas cinco años después de haber asumido la gestión del Teatro Villamarta.
Sánchez ha llegado a admitir que el Gobierno local se entera a veces “por los periódicos” de la programación de determinados espectáculos y sin saber siquiera el coste que tienen.
La alcaldesa ha avanzado incluso que a partir de ahora será necesario trasladar a Villamarta “el modelo económico” del Ayuntamiento, de modo que cada actuación que se vaya a acometer cuente con el visto bueno de una mesa de control del gasto.
Con anterioridad, todos los grupos políticos habían puesto en entredicho la gestión económica de Fundarte.
El portavoz del grupo popular, Jaime Espinar, abogó por “un debate serio” para solventar una situación que consideró “alarmante” y que ha derivado en la solicitud de ese crédito extra de 640.000 euros “para pagar la deuda generada este año”.
Espinar dejó claro que el PP no entiende la cultura “desde un concepto de rentabilidad empresarial”, pero al menos “tiene que ser viable”, lo que no puede convertirse Villamarta es “en un agujero negro”.
El portavoz de Ciudadanos, Manuel Méndez, recordó que esta formación política ha propuesto fórmulas para atraer patrocinios privados que contribuyan el sostenimiento de la entidad cultural y advirtió de que “lo que no se puede soportar es que año tras año el teatro le cueste a los jerezanos dos millones de euros y no se ponga ningún remedio”.
Rocío Monedero, de Podemos, dejó claro igualmente que “cuando no hay dinero, no se puede gastar y si hay que gastar más hay que hablarlo en el patronato” de Fundarte y no recurrir a la vía de la transferencia económica del Ayuntamiento cuando la situación ha llegado ya al límite.
Kika González, de Ganemos, también coincidió con el resto de los grupos en que “no se trata de inyectar dinero sin más” en el Teatro Villamarta, sino que ha llegado el momento de “revisar la gestión, porque es mejorable”, dado que el “agujero negro va engordando cada vez más”.
Por último, el concejal no adscrito Ángel Cardiel consideró “un verdadero escándalo” que el presupuesto inicial de Fundarte se vaya a cerrar este año con un desfase “del 40 por ciento”.
