Las calles de la capital se han vestido este domingo de rosa, un color que se ha convertido en el de la esperanza de las mujeres que padecen y han superado el cáncer de mama. La 8ª Marcha de la Asociación Jienense Cáncer de Mama ‘Ajicam’ congregó a varios centenares de personas de todas las edades, mujeres y hombres, que quisieron mostrar su apoyo y solidaridad a las afectadas por la enfermedad y a sus familiares.
Con ellas, por ellas, por todas. La marcha se vivió con alegría, con música e, incluso, con una charanga que animó el paso de cada uno de los participantes. El ánimo de todos fue muy positivo.
Luciendo camisetas y pañuelos de color rosa, la marcha se convirtió en un guiño a la vida. El objetivo fue llenar de luz y energía positiva las calles de la capital, y lo consiguieron. Tenían claro que por muy negro que estuviera el cielo, Ajicam sería el fiel reflejo de una marcha concebida para mostrar solidaridad y esperanza. Y es que el tiempo respetó justo hasta la vuelta de la marcha, cuando la lluvia hizo acto de presencia y aunque mojó, no apagó el ánimo de la cita social.
La presidenta de Ajicam, Natividad Redondo, encabezó la marcha, que partió desde la calle Virgen de la Cabeza, recorrió el Gran Eje, la Avenida de Arjona, la Avenida de Barcelona y volvió al parque Diego Torres, donde se leyó el manifiesto.
El alcalde de la ciudad, Javier Márquez, y la delegada de Salud, Teresa Vega, entre otras autoridades, participaron en la marcha y acompañaron a la junta directiva de Ajicam hasta el final. Natividad Redondo fue la encargada de leer el manifiesto para poner fin a una marcha con la que se mostró un gran respaldo social a las afectadas, animándolas a superar con mayor capacidad los problemas derivados del cáncer de mama; pero también para reivindicar una mayor investigación y conseguir medios para mejorar la calidad de vida de las enfermas.
La marcha sirvió, igualmente, para concienciar de la importancia de la prevención y lo esencial de la detección precoz de la enfermedad para su curación.
Actualmente, la supervivencia a los cinco años en cáncer de mama se sitúa en un 85,6%, según los últimos datos del Registro de Cáncer andaluz, una cifra que llega al 90% cuando el diagnóstico es precoz, de ahí la importancia del cribado. Cada año, se diagnostican en Andalucía alrededor de 4.900 nuevos casos.