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Jaén

Padilla y ‘El Cordobés’, a hombros

Floja entrada en una tarde muy desapacible en el estreno de RB Producciones Taurinas en la que el juego desigual de los toros de Torreherberos y Torrehandilla condicionaron el festejo en el que ‘El Fandi’ se fue de vacío de la plaza

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  • Juan José Padilla da la vuelta al coso de La Alameda acompañado de su hija. -

Plaza de Toros de Jaén (Coso de la Alameda). Un tercio de plaza
El Cordobés (Tabaco y oro) Oreja y oreja 
Juan José Padilla: (Blanco y oro con cabos negros) Dos orejas y dos orejas
El Fandi: (Fucsia y oro)  Silencio tras aviso y palmas
Ganadería: Torreherberos (1,2,3,4,5) y Torrehandilla (6).

Cuatro años después el Coso de La Alameda abría sus puertas el Domingo de Ramos gracias al esfuerzo de la nueva gestora RB Producciones Taurinas que ha hecho un meritorio trabajo para devolver a Jaén esta fecha emblemática de la temporada taurina y en ese sentido sorprende la entrada que registró en la tarde de ayer la plaza de toros, pues la afición no respondió como se esperaba dada la política de precios que han puesto en marcha, si bien es cierto que han conseguido atraer público infantil a los tendidos, como quedó de manifiesto en las actuaciones de ‘El Cordobés’ y Padilla donde la chiquillería se hacía notar. La corrida quedó marcada por la tarde tan desapacible que se vivió donde la lluvia, el granizo y el viento hicieron que la tarde más que de toros, fuera de perros. Parece que los jienenses estamos abocados a vivir las tardes de toros paragüas en ristre por muy buen tiempo que haga dos minutos antes del paseíllo. Triunfador absoluto de la terna fue Juan José Padilla, con un total de cuatro orejas, dando una lección de disposición, arrojo y coraje, especialmente en el quinto que se quedó sin fuerzas muy pronto. ‘El Cordobés’ basó sus dos faenas en los terrenos de la solanera, destacando en su primero toreando con la diestra, porque el segundo se aplomó y acabó echándose. ‘El Fandi’ pudo llevarse algún trofeo del tercero, buen toro, que perdió finalmente con la espada. El último, ya bajo el diluvio, fue faena intermitente. La corrida de Torreherberos y Torrehandilla, muy desigual de juego, tuvo ejemplares muy flojos que sumado al mal estado del piso hacían que blandearan continuamente. Entre lo positivo de la tarde: se recuperó el toque de clarines propio de la plaza de Jaén.

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