La célebre frase que se atribuye a Miguel de Unamuno, “Venceréis, pero no convenceréis”, bien podría aplicarse a lo que le sucede a Fertiberia con su proyecto de restauración de los fosfoyesos.
Su propuesta ha obtenido el respaldo del Gobierno con una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable pero son muchas las voces que desde Huelva se siguen mostrando contrarias al proyecto y que siguen alzando la voz porque piensan que aún no está todo perdido.
Hace cinco años, un 3 de diciembre de 2015, Huelva se echó a la calle en rechazo a ese proyecto y para reivindicar una marisma “restaurada y limpia”, y cinco años después la idea era recuperar ese espíritu. El Covid-19 no lo ha permitido y la gran manifestación tendrá que esperar, pero como el sentir es el mismo, más de cien colectivos, a través de un representante, se han concentrado este jueves 3 de diciembre ante las puertas del Ayuntamiento.
Con esta protesta se busca escenificar el “rechazo” a un proyecto que “pretende cubrir con una fina capa de tierra las miles de toneladas de fosfoyesos que se han depositado durante casi 60 años”, ha indicado Rafael Gavilán, portavoz de Mesa de la Ría.
Además, ha recordado que aunque la DIA ha sido aceptada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, todavía quedan muchas más autorizaciones tanto a nivel regional como local para que la iniciativa se lleve a efecto. Así, la Junta de Andalucía tiene que emitir una Autorización Ambiental Integrada (AAI) y el Ayuntamiento una licencia de obra.
Por su parte, la portavoz de Adelante en el Ayuntamiento y coordinadora local de IU en Huelva, Mónica Rossi, ha indicado que el sentir de la protesta pasa por movilizarse contra el “nefasto, limitado e insuficiente” proyecto de Fertiberia, que se limita a “tapar las balsas, con lo que no desaparecerán del paisaje de la capital”.
En esta línea, insiste en que “seguimos reclamando un proyecto de máximos para recuperar las marismas contaminadas y con las que convivimos desde hace demasiado tiempo”.
También estuvo presente en la protesta el concejal Jesús Amador, de Anticapitalistas, pero no se ha logrado una postura unánime de la corporación municipal respecto al proyecto.
Pero más allá del Ayuntamiento, este jueves se movilizaron más de cien colectivos que representan a miles de ciudadanos de la capital. Todos se volverán a echar la calle cuando el coronavirus lo permita porque el objetivo es claro: “Por la recuperación de la marisma”.