Pese a que una inoportuna lesión, una fractura por estrés en el quinto metatarsiano del pie derecho, a punto ha estado de dejarla en casa, Carolina Marín no sólo podrá defender próximamente el título de campeona del Mundo de bádminton, sino que lo hará en buenas condiciones. “Está mejor de lo que esperábamos”, resume Fernando Rivas, su entrenador, amigo y consejero. “La veo capacitada para revalidar el título porque es muy competitiva y desde que se lesionó ha puesto todo de su parte. Y, aunque no esté físicamente al 100%, que no va a estar, mentalmente es superior al resto”.
No es cosa, sin embargo, de tirar las campanas al vuelo antes de tiempo: “Si al 100% es muy difícil ganar, sin estarlo es mucho más”, advierte el técnico que, como siempre, estará a su lado en la cita mundialista, que se disputará entre los días 10 a 16 de agosto en Yakarta, la capital de Indonesia.
Carolina (Huelva, 1993) saltó a la fama en nuestro país al coronarse, el 31 de agosto del año pasado, como campeona del Mundo de bádminton tras derrotar a la china Li Xuerui. Era la guinda a un palmarés envidiable que ya contaba con varios títulos europeos en diferentes categorías. Era lo nunca visto: una española batiendo a las asiáticas en un deporte que, salvo en contadas ocasiones, históricamente siempre han dominado las orientales.
No fue casualidad, sino la consecuencia de los años de entrenamiento, una genética privilegiada y una gran visión del juego, que este año le han llevado también a ganar el All England, que como la propia Carolina explica es “como el Wimbledon del tenis”, además de los Abiertos de Malasia y Australia. Con estos antecedentes, desde junio ocupa el primer puesto del ranking mundial, sumándose así al poderío del deporte femenino español a nivel internacional. Además, en una especialidad hasta hace poco casi desconocida en nuestro país.
Sin embargo, el mundo se le vino encima cuando en su camino de preparación al Mundial una inoportuna lesión cuestionó seriamente su participación en Yakarta. Pero, incluso coja, no se rindió. “Nos hemos tenido que adaptar a las circunstancias”, comenta su entrenador. “Carolina ha estado dos semanas sin poder apoyar el pie, pero no hemos estado parados y hemos procurado desarrollar aspectos diferentes de su estilo de juego”, en el que predomina un carácter ofensivo que gusta mucho a los aficionados.
“Hemos empleado el balón suizo, el plinto para que esté sentada… Todas las técnicas las hemos entrenado también a nivel mental con Pablo del Río, el psicólogo, en lo que llamamos práctica imaginada”, continúa Fernando Rivas. “Ha sido nuestra escapatoria, la alternativa a la lesión”, que por fortuna ya es historia. “Hemos tenido que adaptar el entrenamiento físico, ya que muchas cosas las hemos hecho a la pata coja, algunas con pesas y, sobre todo, en la piscina, tanto con mancuernas como con raqueta para perder la menor forma física posible”.
El esfuerzo, sin embargo, ha merecido la pena porque Carolina, que desde hace una semana se entrena con regularidad y apoya el pie derecho con precaución pero sin problemas, se muestra presta y dispuesta para luchar por el título. “No voy con la intención de revalidar, sino de conseguir otra vez el título. No quiero ir a defender nada, sino a luchar por conseguir algo”. Es su estrategia, que por supuesto también ha entrenado con su entrenador y psicólogo. “Sin estar al 100% va a ser muchísimo más complicado, pero si llego a revalidar el título no será ninguna sorpresa porque es algo que llevo preparando todo el año”, comenta la campeona onubense, que apura estos días su puesta a punto en el CAR de Madrid mientras prepara las maletas, ya que partirá para Indonesia el 5 de agosto.