Neumosur estima que hay unos 26.000 asmáticos onubenses insta a los pacientes “a rechazar que sus síntomas sean algo normal e inevitable” en sus vidas
Con motivo del Día Mundial del Asma (que se celebra este 7 de mayo)), la Asociación de Neumología y Cirugía Torácica del Sur, Neumosur, ha hecho un llamamiento a los pacientes asmáticos de Huelva para que sean “exigentes con su calidad de vida” y “rechacen los síntomas del asma como algo inevitable en su vida”. La organización estima que en Huelva el asma podría afectar a unas 26.000 personas y podría tener un impacto económico y sanitario de alrededor de 1,58 millones. “En pleno debate sobre la sostenibilidad de las prestaciones públicas sanitarias, parece por tanto inevitable que se estudie cómo aminorar el impacto económico y sanitario de las enfermedades crónicas”.
“Se estima que casi el 50% de los pacientes onubenses con asma sufre innecesariamente a pesar de estar en tratamiento porque no tiene un buen control de su enfermedad, lo que provoca un empeoramiento de los síntomas y un aumento de las crisis repentinas, en muchos casos hospitalizaciones y a veces hasta la muerte y en general les impide llevar la vida de una persona normal”, manifiestan los coordinadores del grupo de Asma de Neumosur, los doctores Luis Manuel Entrenas y Antonio Pereira. En la misma línea, agregan que cerca del 90% de las personas asmáticas “asumen sus síntomas” como “parte normal de su situación” cuando, con el tratamiento y seguimiento correctos, es posible llevar una vida idéntica a la de las personas sanas, al menos en la gran mayoría de los casos de asma.
“Muy poca gente sabe que el 10% de los atletas que ganaron medallas en las Olimpiadas de Barcelona en el 92 eran pacientes asmáticos, y sin embargo es un dato muy elocuente que muestra hasta qué punto puede llevarse una vida normal, a todos los niveles, padeciendo asma”, afirma el doctor Pereira, que añade que tener el asma controlada significa no sufrir molestias por la patología, no despertarse por la noche a causa del asma, no tener necesidad de usar el inhalador que alivia los síntomas, mantener una actividad física normal incluso cuando se hace ejercicio, no padecer ataques de asma y obtener resultados normales en la espirometría o prueba que mide la obstrucción bronquial.
“Afortunadamente disponemos de tratamientos muy potentes y muy avanzados que hoy permitirían a los pacientes asmáticos disfrutar de una calidad de vida igual o muy similar a la de las personas sanas, y la gran paradoja es que, por la falta de percepción de la importancia de la patología, por las dificultades con el seguimiento o por el conformismo con los síntomas, desaprovechamos los grandes avances terapéuticos, ocasionando además al sistema un grave problema desde el punto de vista económico y sanitario”, señala el doctor Entrenas.