Acusado de asesinar al exedil dice que quiso ayudarle porque lo creyó borracho

El joven acusado de asesinar al exconcejal socialista de Granada José Miguel Castillo Higueras, al que golpeó presuntamente en dos momentos diferentes durante la misma mañana, ha negado ser el autor de los hechos, ha dicho que se acercó a él para ayudar porque pensó que iba borracho y ha añadido que le debía dinero.

Lo ha hecho en su declaración como acusado, en la que solo ha contestado a las preguntas de su defensa, y que se ha producido después de que las partes y los miembros del jurado popular constituido para esta causa hayan visto las imágenes de una de las agresiones grabadas por las cámaras de seguridad de un hotel.

El acusado, que se enfrenta a la petición de la Fiscalía de prisión permanente revisable, ha negado ser culpable del asesinato que se le imputa y ha explicado que la noche previa a los hechos estuvo con su novia en una zona de ocio "tomando algo".

Cuando su letrada le ha preguntado por su acercamiento a la víctima, el acusado ha asegurado que pretendía ayudar a Castillo Higueras porque pensó que iba borracho.

"Le ayudé a incorporarse", ha resumido el procesado, que ha añadido que lo hizo con ayuda de una pareja, que la víctima dijo entonces que estaba bien y que también le ayudó a recoger sus cosas.

El acusado ha declarado además que nunca ha tenido intención de matar a nadie, que consumía drogas y que no había visto antes nunca a la víctima, aunque también ha dicho que el exconcejal le debía dinero.

Según la Fiscalía, los hechos se remontan a la mañana del 23 de enero de 2022 cuando el acusado, en dos momentos diferentes, agredió presuntamente a la víctima para robarle, incluido un "brutal" golpe en la cara que hizo caer al exconcejal, que sufrió un fuerte traumatismo en la cabeza por el que murió horas después en el hospital.

Tras el visionado de las imágenes grabadas desde un hotel de la calle Padre Alcover, una paralela a la calle San Antón en la que se registró la segunda agresión, han testificado los agentes que respondieron al primer aviso por los hechos.

Dos de los agentes que acudieron al lugar de los hechos han explicado que, cuando la ambulancia se llevó a la víctima, vieron que había cámaras en un hotel y pidieron a la responsable de recepción su visionado.

En ese momento comprobaron que no había sido un accidente sino una agresión y la trabajadora del hotel les explicó que esa misma mañana, en otro punto, ella ya había visto a la víctima y al joven.

Esa trabajadora y su pareja, un guardia civil fuera de servicio, asistieron a Castillo Higueras tras sufrir la primera agresión en la calle San Antón, punto en el que vieron también al procesado.

Los agentes que participaron en la investigación han asegurado que se cumplió la cadena de custodia con las pruebas, frente a la petición de la defensa de anular las imágenes de las cámaras del hotel porque se filtraron de manera masiva, y han añadido que el ADN del acusado estaba en la ropa de la víctima.

Las partes han previsto la declaración de 29 testigos en la causa, en la que la Fiscalía ha pedido una condena a prisión permanente revisable para el acusado como autor de un delito de asesinato agravado y otro de robo, ya que se llevó las pertenencias de la víctima.

La defensa ha considerado que los hechos responden a un delito de homicidio involuntario y ha sumado una eximente para el acusado, que tenía antecedentes y ese mismo día fue vinculado con el robo en la zona a una joven atacada con el método conocido como 'mataleón'.

El juicio con jurado contra el procesado, que fue detenido dos meses después de los hechos y permanece en prisión provisional, continuará este miércoles con la declaración de peritos.