Los socialistas madrileños han cerrado su Congreso Extraordinario buscando transmitir una imagen de unidad para fortalecer el proyecto del PSOE y a su nuevo secretario general, Pedro Sánchez, y han aprobado por un 78,96 % de los votos la lista de 80 delegados que acudirán al 38 Congreso Federal.
Una lista que durante la jornada de ayer fue motivo de una tensa negociación, una "negociación con mayúsculas" y en la que por momentos hubo que "parar trenes", y que finalmente respeta el porcentaje logrado en las primarias por las corrientes de Pedro Sánchez, Susana Díaz y Patxi López, que se verán representados por 41, 24 y 15 delegados, respectivamente.
Los primeros cuatro puestos de la lista corresponden al propio Pedro Sánchez, seguido de la secretaria general del PSOE-M, Sara Hernández (que apoyó a Patxi López); Manuel Robles, presidente del PSOE-M (que también respaldó a López); y Elena Valenciano (que defendió a Susana Díaz).
A continuación siguen José Manuel Franco (diputado regional de la corriente de Sánchez); la exministra Cristina Narbona (Sánchez); Enrique Rico (diputado regional de la corriente de López), Ángeles Álvarez (diputada nacional de la familia de Díaz); José Félix Tezanos (miembro del equipo de Sánchez); la exministra Beatriz Corredor (Sánchez); y Antonio Miguel Carmona (concejal de la capital y de la corriente de Díaz).
José Manuel Franco, que lideró la negociación por parte de la corriente de Sánchez, se ha declarado "muy satisfecho" después de "un proceso complicado", y ha recalcado que lo importante es haber sido capaces de "hacer un llamamiento a la unidad, que es imprescindible".
Sara Hernández, por su parte, también se ha mostrado satisfecha por una lista de "unidad, fruto del consenso y del diálogo", a pesar de que ha reconocido que en algún momento fue necesario que los negociadores "parasen trenes".
Fue una tensa negociación, que se alargó hasta casi la madrugada, en la que fueron particularmente exigentes los miembros de la corriente de Patxi López (a los que correspondían menos delegados, pero entre los que estaban gran parte de la Ejecutiva del PSOE-M, empezando por la propia Sara Hernández, y el presidente del partido, Manuel Robles).
Finalmente, se decidió respetar los porcentajes obtenidos en Madrid por cada 'familia' en las primarias -un 49,49 % de los votos para Pedro Sánchez, un 31,76 % para Susana Díaz y un 18,75 % para Patxi López-, dejando a los 'sanchistas' la mitad más uno (41), 24 para los de Díaz y 15 para los de López.
Tras conocerse el resultado, y durante la clausura del Congreso, Sara Hernández ha instado a no repetir los errores que llevaron al partido a su momento "más crítico" y ha propuesto una "confabulación colectiva" para trasladar una imagen de pluralidad, diversidad y unidad que relance las siglas del PSOE y fortalezca a Pedro Sánchez.
"Necesitamos, es absolutamente imprescindible, cambiar el rumbo del país para corregir las injusticias del partido de la corrupción, para recuperar los derechos que el Gobierno de Mariano Rajoy nos ha robado, igual que muchos cargos públicos del PP han robado presuntamente millones de euros de todos para beneficiar a unos pocos", ha afirmado.
La dirigente socialista ha pedido acabar con la imagen de división y de luchas internas, que aleja al partido de la sociedad y que además "no es cierta", y para ello ha pedido una "confabulación colectiva", una "confabulación positiva", para trasladar un mensaje de unidad, pluralidad y diversidad.
Y esa confabulación, ha seguido diciendo, implica a todos: "al que gana, mostrando generosidad, y al que no gana, mostrando lealtad".
"Os pido que creamos más en nosotros mismos, que apostemos por ello junto al compañero que tenemos al lado, y que nos conjuremos en la misma dirección: el futuro de Madrid, de España y del PSOE", ha concluido.