El tiempo en: Torremolinos
Publicidad Ai

España

Mayo no trae farolillos

A media noche tenía lugar el alumbrado de una Feria 'sin humos' y que se celebrará integramente en mayo

Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
  • El 'Alumbrado' -
A la feria no le hacen falta pregones que la anuncien. Y eso es un buen síntoma de la salud popular de la que sigue gozando esta alegre y luminosa fiesta de la primavera sevillana. En una ciudad en la que se pregona todo lo ‘pregonable’, a una de sus citas principales en el calendario todavía nadie le ha puesto ripios para anunciarla. Aunque tampoco le hacen falta. A la feria le basta el encendido del alumbrado en la noche del ‘pescaíto’ como pistoletazo de salida a estos seis días de fiesta en el real de los Remedios.

Pero la feria de 2011 no escapa a esos matices que la hacen diferente de las pasadas ediciones, si bien el fondo -el ambiente, el olor, el carácter- que la define sigue inalterable año tras año. El primero y más curioso es que este año el mes rociero por excelencia se hace feriante. Desde 1973, cuando tuvo lugar la primera edición en el actual recinto de los Gordales, hacía casi cuatro décadas que no se daba la coincidencia de celebrar la feria de abril íntegramente en mayo. Cosas del calendario que, sin embargo, no borran el apellido abrileño a la feria universal por excelencia.

Así las cosas, con apenas una semana entre la fiesta religiosa y la pagana, más de 400 operarios municipales han trabajado a destajo para tener a punto cada detalle de esta ciudad efímera de 450.000 metros cuadrados, 15 calles y 1.048 casetas -una más que el año pasado-.

La puerta por la que se ‘accede’ este año es una portada dedicada a la primera circunnavegación del mundo que partió desde Sevilla y que ha sido diseñada por Jacinto Gutiérrez. Más de 20.000 bombillas que la iluminan desde esta madrugada y hasta la medianoche del próximo domingo.

Todo listo en el real, a excepción de los farolillos. Las previsiones de lluvia para el pasado fin de semana han obligado a retrasar la puesta del tradicional -y tan cantado en las sevillanas- ‘cielo de color’ que alumbra las calles del real. La Delegación de Fiestas Mayores ha ordenado su colocación para hoy, con lo que ha pretendido evitar la deslucida estampa de estas ‘tulipas’ de papel caídas en el barro del albero.

Sin lluvia

Pero, finalmente, las predicciones meteorológicas darán una tregua importante hasta el viernes. Con un riesgo de lluvias prácticamente inexistente entre semana, si acaso el tramo final de la feria podría verse empañado por un porcentaje de precipitaciones de entre el 25% y el 35%. También están en alza las temperaturas, que el jueves rozarán los 29 grados de máxima.

Hasta entonces, hay muchas horas de fiesta que vivir. Esta feria será la primera de la historia en la que no se podrá fumar en el interior de las casetas. La ordenanza municipal que regula la feria ha acatado la ley antitabaco que prohibe fumar en el interior de espacios públicos cerrados “en los que haya alimentos o niños”, aunque sí se permitirá hacerlo en las calles del recinto y en la ‘calle del infierno’.

Como la feria no sólo se reduce a lo que pasa en el interior de las casetas, una buena opción para las horas de mayor ‘aglomeración’ salir a la calle y es disfrutar del paseo de caballos. El Ayuntamiento volverá a restringir el paso diario de los carruajes y caballos alternando los días para coches regristrados con matrículas pares e impares, haciendo así más fluido su tránsito por las calles del real.

Al colorirdo del paseo de enganches, se suma el de los trajes de flamenca. La feria se convierte en estos días en la mejor pasarela de la moda tradicional andaluza, si bien este año el sector se queja de un descenso de hasta el 30% en las ventas de trajes de flamenca y complementos de cara a la feria. Lógico, por otro lado, que en estos tiempos de crisis, muchas sevillanas prefieran repetir modelos en lugar de adquirir trajes por los que, de media, hay que desembolsar hasta 500 euros.

Normalidad

Más de 5.000 personas, según el Ayuntamiento, velarán durante los días de feria para que todo transcurra sin incidentes que alteren la fiesta.

El real dispondrá de un centro de primeros auxilios con un servicio de atención de 24 horas, un área de seguridad con efectivos policiales y un retén de bomberos coordinado con los otros tres existentes en el recinto. También volverá a ubicarse la caseta de ‘niños perdidos’ en el número 126 de la Calle Gitanillo de Triana.

Un dispositivo pensado para que estos días los sevillanos sólo piensen en disfrutar de una fiesta tan tradicional que ni el calendario le consigue robar su nombre: feria de abril, aunque sea en mayo.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN