Un representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Giuseppe Annunziata, señaló que su institución está elaborando sus planes futuros de asistencia sanitaria en función de esa estimación.
“Se trata de cifras de planificación. Estamos preparándonos para lo que puede pasar en las próximas semanas”, recalcó.
La portavoz del UNICEF, Christiane Berthiaume, coincidió en que aproximadamente un millón de personas necesitarán ayuda internacional en el contexto de la crisis en Kirguizistán.
Esa cifra incluirá a los desplazados internos, a los refugiados en la vecina Uzbekistán y a las comunidades locales que están acogiendo a las víctimas de la violencia.
Por el momento, las cifras verificadas dan cuenta de al menos 300.000 desplazados dentro de Kirguizistán y 100.000 refugiados que ya han logrado cruzar la frontera con Uzbekistán, aunque el registró que realizan las autoridades locales sólo incluye a los adultos y no a los niños, por lo que se cree que estas cifras están infravaloradas.
Berthiaume agregó que el 90 por ciento de los refugiados en Uzbekistán son ancianos, mujeres y niños “en muy mal estado físico” y que están particularmente afectados por haber sido testigos o víctimas directas de terribles actos de violencia.
De otra parte, Giuseppe Annunziata se refirió a los supuestos casos de violación de mujeres desde que estalló el conflicto étnico hace una semana, una asunto que fue inicialmente denunciado por la Cruz Roja Internacional.
“Una de nuestras preocupaciones principales es atender las necesidades sanitarias de las mujeres que han sido sometidas a violencia sexual”, precisó el coordinador de la OMS para situaciones de crisis.
“Tenemos reportes aún sin confirmar que provienen de distintas fuentes que dan cuenta de decenas de violaciones entre mujeres refugiadas en Uzbekistán”, agregó. Por el momento, la OMS no está en condiciones de confirmar el número de heridos, indicó.
El Comité Internacional de la Cruz Roja, el único organismo que tiene personal en la zona del conflicto al sur de Kirguizistán, sostuvo que en los últimos tres días la situación podría describirse como de “calma inquietante”, aunque el jueves se registraron nuevos incidentes en Osh.