Una propuesta que llevan años defendiendo los dueños de mascotas, las protectoras locales, así como gran parte del sector turístico
Unión Portuense presenta una moción para delimitar una zona de baño para las mascotas dentro del litoral portuense. Una propuesta que llevan años defendiendo los dueños de mascotas, las protectoras locales, así como gran parte del sector turístico que ven como la demanda de viajeros con mascotas aumentan cada año. Así lo explican en el siguiente comunicado:
Unión Portuense mantiene su línea de trabaja en favor de la protección y el bienestar de nuestras mascotas, en esta ocasión presentando para el próximo pleno una moción donde se solicita al Ayuntamiento habilitar una playa para perros en nuestro litoral. La propuesta no especifica la zona a delimitar, dejando abierto el debate para seleccionar la zona, las propuestas ciudadanas más comentadas van desde algún tramo en Valdelagrana cercano al espigón, la playa del Aculadero junto a la puntilla, o el tramo final de la playa de Fuentebravía.
La normativa existente en nuestra ciudad regula de forma muy restrictiva el acceso y disfrute de las playas a los perros. Como se recoge en nuestra ordenanza: “Conforme al Decreto 194/1998, de 13 de octubre, por el que se aprueba el Reglamento sobre Vigilancia Higiénico-Sanitaria de las Aguas y Zonas de Baño de carácter marítimo, durante la temporada de baño, queda prohibido el acceso de animales a las aguas y zonas de baño, con excepción del que resulte preciso para el desarrollo de actividades debidamente autorizadas por la autoridad sanitaria competente.
Dicho permiso o autorización para habilitar una playa canina en Andalucía parte del área de Desarrollo Sostenible de la Junta que, a su vez, solicita un informe a la Consejería de Salud para que haga un estudio de salubridad. De este modo, cuando un Ayuntamiento quiere promover una playa para perros tiene que presentar un plan para que la Junta excluya del baño a personas del litoral demarcado.
El concejal portavoz de Unión Portuense, Javier Botella, comenta al respecto: “Habilitar una playa canina no solo reporta beneficios a las mascotas y a sus dueños, sino también al sector turístico de la ciudad, por ello debemos de consensuar su delimitación bajo criterios técnicos, teniendo en cuenta cuestiones ambientales, de salubridad y las apreciaciones del sector turístico”.