Mi pueblo está empantanao, pero desde junio de 2015, la gestión del ayuntamiento de El Puerto está más empantaná todavía y pendiente de la climatología, sobre todo del levante, que suele afectar.
PSOE, IU y Levantemos escenificaron un frente popular de las izquierdas y detrás quedaron refugiados y resguardados los interesados con sus intereses. ¿Una, dos o tres subvenciones?
Sin embargo, de regreso al hilo inicial, se me ocurren, por lo menos, 15 asuntos prioritarios como argumento para reventar el pacto, antes que la excusa de los presupuestos participativos. Estos pueden ser un punto significativo, pero seamos serios.
En 2018 se necesitará un presupuesto, pero es que no han sacado los de 2017. También, que los vecinos puedan decidir qué proyectos son importantes para la ciudad es una gran noticia, pero como para ¿cuestionar un pacto de gobierno? no lo veo serio.
En 2017 se llevó a cabo un proceso participativo de 300 mil euros sobre 100 millones de euros totales.
¿De verdad se ha puesto contra la espada y la pared la estabilidad de un gobierno municipal por tamaña participación?
Como decía, se me ocurren 15 asuntos de vital importancia antes que este, pero valdrán cuatro ejemplos de demostrada actualidad: se construye un sólo parking y sale más caro en proporción que los dos aprobados con anterioridad; dos años de gobierno y la remunicipalización de APEMSA brilla por su ausencia; unificación de empresas municipales y respeto al trabajo del personal (Impulsa de lleno en un concurso de acreedores y los trabajadores al paro y aprovechando la reforma laboral del PP) y cuatro: se ha puesto en manos de FCC los contratos de servicios más importantes del Ayuntamiento, frente a lo que manifestaba Antonio Fernández desde la oposición.
Levantemos no dio ultimátum, no quería parking y no participó en la Junta de Gobierno para su aprobación. Respuesta del alcalde: a la calle. La falta de valentía en este momento también se echa en falta en la máxima autoridad, sobre todo porque la falta de transparencia en la gestión de IU es escandalosa e inexistente. Medio Ambiente sigue sin rumbo político, aun teniendo los contratos más importantes. El concejal de baja ¿han explicado el motivo? Enfermedad, ¿seguro?
A un concejal de la anterior legislatura no le respetó la ausencia a un pleno cuando atendía a un familiar con una enfermedad grave. Es más, Fernández intentó sacar rédito político. ¿Ansiedad también? Transparencia, por favor, seamos honestos, que también va en los puntos del pacto de gobierno.
Fernández se escuda en el que los concejales del PSOE no trabajan y el alcalde apunta a los técnicos y las dificultades de los suyos para sacar adelante el trabajo. Pero se le olvidó recordarle al chico del órdago que pasó por Urbanismo y no sacó adelante ninguna ARG y no hizo ni la “portada” del Plan Urbanístico del centro en word.
Tampoco le ha dicho que, tras su refugio en el área económica, no ha sido capaz de sacar un presupuesto adelante. Nada, no pasa nada, después de todo, mucho ultimátum, pero seguro que el que más nervioso se puso de todos los ediles del pleno ante el desencuentro fue el que ni siquiera aparece.
