Tan solo cuatro meses después de que Viva El Puerto informara del devenir de la empresa municipal Impulsa El Puerto, el tiempo ha confirmado sus peores augurios. Las deudas se comen a la empresa ‘modelo’ que había servido de referente y patrón a seguir por sus impolutas cuentas.
Eso es su pasado, su realidad, su triste, es la de un ente en quiebra técnica y que se ve obligada a acogerse a un concurso de acreedores (lo que se venían en llamar antigua suspensión de pagos) ante la acuciante deuda que le ahoga.
En la citada información del pasado 31 de marzo alertaba, no este medio, sino su propio gerente, en una carta remitida al propio alcalde de El Puerto, David de la Encina, de las “medidas” urgentes a tomar, pues reconocía del peligro de no hacerlo y de “no permitirnos actuar”.
Dicha misiva, firmada por Miguel Ángel Zarzuela, se valoraba y enjuiciaba la encrucijada en la que estaba envuelta una empresa con la que, si de algo se caracterizaba años atrás, era la de contar un con una solvencia y con un patrimonio que le hacían ser un ente con la suficiente fuerza económica para arrojar siempre números positivos. Todo ello después de una crisis financiera incluida.
Dos años de inacción
Todo hace ver que las actuaciones o en su defecto la inacción que se han estado llevando a cabo en los dos últimos años, ha pasado a una empresa “ruinosa”, tal y como desde los propios pasillos de la misma definen el estado actual de Impulsa.
Pasados los meses, toma más si cabe más razón cuando su gerente hablaba como elemento clave de que “soy consciente de la importancia de la voluntad política, al igual que trabajen de manera coordinadamente para su desarrollo por parte de trabajadores, consejo de administración, técnicos municipales, equipo de Gobierno y el Pleno del Ayuntamiento”, suscribía en la carta mandada al alcalde en enero. Esta carta, a tenor de los acontecimientos, de poco o nada ha valido.
El Consejo de Administración de Impulsa El Puerto se reunía ayer jueves para valorar el futuro de la empresa, tras el informe encargado para analizar la situación financiera y de solvencia de Impulsa, que ha venido sufriendo una caída continuada de ingresos desde 2007, aunque sin dar números negativos.
El informe, elaborado por el bufete de abogados Martínez Escribano y suscrito de manera oficial por el Ayuntamiento, ha sido trasladado a los miembros del Consejo de Administración para su estudio y análisi, planteando que, ante la insolvencia declarada para este mes en tesorería, la Ley Concursal obliga a tomar decisiones.
Las conclusiones a las que llega el informe indican, entre otros aspectos, la situación de insolvencia en la que se encuentra Impulsa, así como su falta de actividad e ingresos ordinarios, que califica como un problema estructural.
Al respecto, hay que recordar que la trayectoria financiera de Impulsa pasó de tener unos activos en 2007 de 22,7 millones de euros y unos pasivos de -6,4 millones de euros; a cerrar 2015 con 0,5 millones de euros de activos financieros frente a -10,2 millones de euros de pasivos, terminando 2016 con más de once millones de euros de deudas (11,2).
Un informe discordante
En cuanto al análisis patrimonial de la sociedad, Martínez Escribano refleja que los activos de la sociedad pudieran estar reconocidos en el balance a un precio muy superior al de mercado, no reflejando en este punto la imagen fiel de las cuentas anuales; que existen elementos suficientes que aconsejarían la realización de un test de deterioro por si pudiera existir un deterioro de la participación en IMPULSA APARCA; y que no puede tenerse evidencia suficiente sobre la veracidad del saldo con el Ayuntamiento.
Es decir, dicho informe pone en tela de juicio la tasación y autenticidad de sus propias cuentas. Mientras De la Encina habla de haberse “dilapidado 22 millones de euros” en la Cadena Ser, los números en los ejercicios 2015-2017, y a él en el mandato como alcalde, estos hablan a las claras de pérdidas importantes como la supresión y eliminación de la parte de la compensación del desdoblamiento del puente, incluido en el Presupuesto de 2015, con un valor de 950.000 euros, a los que hay que sumar el resto de la compensación del desdoblamiento del puente de Las Salinas con otros 836.000 euros.
Igualmente, la supresión de la Zona Naranja ha tenido un coste de 1,5 millones de euros. Aunque, sin duda, la cifra más elocuente es la correspondiente al coste de los aparcamientos subterráneos con 2.392.000 euros a los que hay que sumar la negativa a la creación de un área de autocaravanas en la pasarela del Guadalete con un valor de 330.00 euros.
A todo ello hay que sumar la no venta del Edificio 287 por un importe de un millón de euros. Cierra con 300.000 euros con la retirada de la gestión de los fondos EDUSI con un contrato de Dalep.
Estas han sido las medidas adoptadas por el equipo de Gobierno en el periodo de mayo de 2015 a 2017 referente a la empresa municipal Impulsa, con un valor de 7.308.000 de euros de pérdidas.
Lo cierto es que en la Junta General celebrada el 3 de junio de 2015, las cuentas arrojan un beneficio de 10.372.63 euros. Situación bien diferente a lo que pinta en la actualidad.