Tal y cómo en la edición de papel de Viva Cádiz informamos hoy, varios aficionados algecireños fueron identificados y cacheados una vez acabado el partido de ayer entre el Racing Portuense y el Algeciras.
Tras el empate y con los jugadores en el centro del campo aplaudiendo al público, una parte de ésta, la más ultra, y ubicada durante el derbi en la zona de Preferencia, se dirigía a sus automóviles en Tribuna, justo al lado de donde el autobús del Algeciras lo tenía estacionado.
Sin ningún incidente que destacar ni antes ni durante del choque, la llegada de Curva 1912 a la explanada delantera del estadio, coincidió con la salida de tres aficionados de la peña racinguista Ratones Coloraos. Justo cuando, según versión de aficionados portuenses, empezaron a recibir improperios, insultos y golpes de los más radicales aficionados algerecistas.
Los integrantes de Curva 1912, que realizaron insultos con cánticos deleznables durante el encuentro hacia el equipo rojiblanco y hacia el club, en un número de unos 30, la emprendieron a golpes. La indefensión llegó cuando uno de ellos sacó una navaja cortando a un seguidor racinguista en una de sus manos. Sin ser una herida importante, debió ser atendido sin que el corte supusiera nada serio. El integrante de Ratones Coloraos medita si denunciar lo ocurrido.
La intervención de la Policía Nacional, con porra en mano, redujo a los ultra que fueron identificados y cacheados. Del mismo modo, algunos de los coches estacionados fueron zarandeados, arañados y algún caso, con retrovisores rotos.
Un derbi, que tenía antecedentes cuanto menos calientes, contó con escasísima presencia policial, motivo que fue expuesto por los aficionados portuenses a los miembros de la policía, que se escudó en la falta de notificación por parte del club de que fuera un partido de alto riesgo.