La chirigota de Chicho y José Juan Pastrana, tras su buen año en el pasado concurso, sigue creciendo y, en esta edición, bajo el tipo de tatuadores y tatuados, vuelven a dejar claro que regresan para pasarlo bien (y que los lunes no abren, también).
En el primer pasodoble, de presentación, recorren Cádiz en una letra mejor escrita que interpretada. En el segundo narran el nacimiento de un bebé desde el punto de vista de una madre soltera.
En los cuplés se acuerdan del Kichi y su inminente paternidad y en el segundo cuentan su afición repentina por comprar productos de la teletienda. Mejor rematado que el primero.
En el popurrí tocan desde todos los puntos posibles el mundo de los tatuajes y de los piercings… incluso dedican una cuarteta a los catalanes y a la Semana Santa. Un grupo que mejora poco a poco.