El último cuarteto de cuartos, cerró la actuación del orfanato con unos niños que desesperan y prueban la paciencia del cura y el director del centro con argumentos sólidos. Aguante total de unos y otros.
El grupo de Aguilera vuelve a parodiar, esta vez desde la biblioteca con un sello en el que el chiste versa sobre la rima.
Personalísimo en su interpretación, ‘El Patronato’ pasó miedo con Bertín Osborne, el que cogió haciendo papas fritas en su cocina. El mismo que también ve las películas con su mujer.
Se le va de las manos, eso dice el general.