Defendiendo el segundo premio, la chirigota es despedida con el público puesto en pie
El segundo premio del año pasado, llega en una nave de lo más roja. No podía ser de otra manera. La puesta en escena revoluciona, nunca mejor dicho, con un Vera más colorao que nunca. Bajo la bandera de Venezuela, estos extraterrestres se meten en el bolsillo a un público entregado a la causa.
Recuerdan que el miedo a los nuevos gobiernos no deja de ser menos peligrosos que los que dicen liderar la auténtica democracia.
En la órbita venezolana, la chirigota muestra el camino triunfal de una actuación que encontró toda la complicidad del público que despidió en pie un pase, el primero, de los que se presume.