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Joaquín y Fabián, el ADN y el oxígeno

El extremo de El Puerto, recién convertido en uno de los accionistas de referencia del Betis, vive una segunda juventud en Heliópolis a sus 36 años

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  • Joaquín Sánchez -
  • El extremo de El Puerto de Santa María vive una segunda juventud a sus 36 años
  • El medio de Los Palacios sigue creciendo como una de las revelaciones de los de Setién

Joaquín Sánchez, el capitán, y Fabián Ruiz, discípulo aventajado, representan la fuente y la continuidad del ADN de las trece barras del escudo y fueron claves en el balón de oxígeno que el Betis recibió al ganar al Málaga (0-2) en La Rosaleda y acabar con una racha de dos meses sin sumar tres puntos.

El extremo de El Puerto de Santa María, recién convertido en uno de los accionistas de referencia del Betis, vive una segunda juventud en Heliópolis a sus 36 años y, con quince menos, el medio de Los Palacios sigue creciendo como una de las revelaciones de los de Quique Setién tras su cesión de un año al Elche.

Dentro de un buen nivel general sustentado en una solvencia defensiva a la que no es ajena la vuelta del central marroquí Zou Feddal, Joaquín volvía al estadio en el que jugó entre 2011 y 2013 antes de irse al Fiorentina italiano otros dos años; y sacó lo mejor de sí para liderar el partido con el que el Betis volvió a la senda de la victoria desde el pasado 21 de octubre ante el Alavés.

El portuense dio la asistencia a Sergio León en el gol que abrió la lata y, junto a su omnipresencia y jerarquía, fue también autor de un tanto de falta directa que no subió al marcador por no haber visto el equipo arbitral que el balón había sobrepasado la línea de meta.

"Es como un entrenador dentro del campo. Siempre ayuda a los compañeros. Él ve el fútbol, tiene mucha experiencia y nos corrige. Le damos siempre las gracias porque siempre nos ayuda", afirmó de Joaquín otro de los jugadores clave en el equipo de Setién, el medio palaciego Fabián Ruiz.

Fabián, con los altibajos propios de su edad y de alguna lesión que lo ha dejado fuera en algún partido, prosigue, como demostró anoche en La Rosaleda, con su crecimiento como futbolista de alcance en el centro del campo a base de despliegue físico, ofrecerse en todo momento y buscar y conseguir esa última línea de pase, tan cara y difícil.

joaquín, capitán bético


El palaciego continúa despojándose de ese cierto aire tímido que lo ha podido lastrar en su primeros pasos en el fútbol y que, tras su paso por el Elche, parece haber dejado atrás a base de crecimiento muscular y desparpajo para pedir el balón, tirar a puerta y, además, coger galones en el vestuario y el césped.

Los dieciocho partidos jugados en tierras ilicitanas y muchas horas de gimnasio devolvieron a Sevilla a un jugador muy diferente en lo físico y con la confianza para intentar cosas a las que no se atrevía en su primera etapa en verdiblanco, desde que debutó en el primer equipo bético en 2015 ante el Villarreal.

Empezó la temporada y el año como uno de esos futbolistas prometedores de la cantera que no acaban de romper y como una de esas opciones remotas del entrenador para hacer un cambio o disputar partidos menores, de hecho no contó para Setién en las primeras convocatorias de la temporada.

Sin embargo, apareció en la foto de la victoria bética en el Santiago Bernabéu (0-1), en la quinta jornada el pasado 20 de septiembre, y desplegó lo mejor de su repertorio una semana más tarde ante los suyos en la victoria ante el Levante por 4-0, lo que le valió ganarse la convocatoria de Albert Celades para la selección española sub-21.

Algunas lesiones, la propia racha del equipo, con dos puntos de dieciocho posibles antes de la victoria ante el Málaga; y los vaivenes propios de la juventud y el carácter hicieron que el medio tuviera picos de sierra en su rendimiento, disipados anoche en un partido que Setién calificó de "espectacular".

Tras la marcha al Real Madrid de Dani Ceballos, el testigo de la fértil cantera bética lo ha cogido Fabián, quien ha jugado doce de los dieciséis partidos ligueros y lidera el grupo de cinco jugadores del filial que han debutado con la camiseta bética -Julio Gracia, Aitor Ruibal, Juanjo Narváez, Francis Guerrero y Carlos Redruello 'Redru'-: la garantía de la continuidad del ADN de las trece barras.

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