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Se acabó lo que se daba (1-0)

El conjunto sevillista cae impotente ante el Espanyol y queda eliminado de la Copa del Rey pese al tanto de Diogo en el minuto 87

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No pudo ser. La remontada en Nervión terminó siendo una quimera y el Sevilla disputará a partir de este jueves un torneo menos en la temporada. Tácticamente superior, el Espanyol casi no dio opciones a un Sevilla flojo en ataque y en la creación de juego. Aspas escenificó otro enfado con el técnico vasco lanzando el peto al suelo y el gol de Diogo Figueiras otorgó esperanza, nada más.

Y eso que en los prolegómenos del encuentro, el ambiente desde el autobús del hotel donde los futbolistas fueron acompañados hasta el estadio fue absolutamente espectacular. La denominada ‘Colina de Nervión’ quiso llevar al equipo en volandas desde el minuto cero de partido; aunque el comunicado de los Biris Norte a través de Twitter en protesta por la decisión de la entidad de no dejar pasar el tifo que estaba preparado, supuso un lunar en la fiesta previa al choque.

Inicio fulgurante por parte de ambas escuadras, siendo el Espanyol el primero en golpear, pues la sentencia de la eliminatoria no llegó de milagro, después del lanzamiento de falta que Arbilla estrellaba en la cruceta de la meta rojiblanca en el minuto 1.

Susto en el Pizjuán para los de Unai Emery que no obstante se recompusieron y disfrutaron de una clara oportunidad por medio de Bacca, cuyo disparo a bocajarro en el área pequeño se fue por muy poco.

Pero dicha ocasión resultó ser un oasis en el desierto para el Sevilla en la primera mitad, pues el conjunto catalán, bien colocado sobre el terreno de juego, tuvo incluso un remate claro en un regalo de Kolo a Sergio García que este de vaselina no supo meter.

Sin goles al descanso y con sensaciones agridulces.

Como no podía ser de otra manera visto lo visto en el primer asalto, a Emery no le quedó más remedio que mover el banquillo, introduciendo dos cambios. Banega por Coke y Figueiras por Nico Pareja.

Pero la gran puesta en escena del Espanyol y la poca capacidad de ideas que generaba un Sevilla insostenible en el centro del campo con la pareja Banega-Iborra; hizo de la segunda parte un trámite futbolístico con más intensidad y corazón que cabeza.

Los contados disparos que se efectuaron por los nervionenses no creaban problemas  para un Paul López acertadísimo en todo momento, desde el partido de ida. El precioso tanto en el 87 de Diogo Figueiras tuvo recompensa. El Sevilla, eliminado. El Espanyol, justo disputará las semifinales de Copa del Rey ante el Athletic de Bilbao.

El sueño de una nueva final en el torneo del KO quedó diluido tras el pitido final.

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