Ahora o nunca. Es el sentimiento que en el beticismo y desde el seno del club, se está transmitiendo en mitad de una temporada; que si bien acabaría siendo nefasta en caso de descenso, el último subidón antes del posible golpe que sin duda produciría la marcha del equipo de las trece barras a la Segunda División, sería sin lugar a dudas, un duro golpe al eterno rival de la ciudad, dado los antecedentes más recientes y las aspiraciones de cada entidad en esta eliminatoria.
Así está preparando Calderón a sus futbolistas, consciente de que es la ocasión de poder reivindicar a una institución dañada en los derbis disputados en el Sánchez Pizjuán. Hasta 300 aficionados béticos se dieron cita este lunes en la grada de la Ciudad Deportiva Luis del Sol para animar. En la misma, Calderón no ha podido contar con la presencia de Perquis, amén de las conocidas de Nacho, Nosa, Verdú y Chuli.
En la mente del técnico argentino está la idea de parar el arreón inicial del Sevilla y dejar las espadas en todo lo alto para la vuelta en el Villamarín, tesitura que crearía un efecto psicológico más que motivador para los futbolistas. De momento, el miércoles, la plantilla verdiblanca se ejercitará en el césped del estadio de Nervión. Una primera piedra de toque justo el día antes del gran duelo.
338 policías para la seguridad en el derbi europeo
En la reunión celebrada ayer en el Ayuntamiento de Sevilla para coordinar el derbi de este jueves entre el Sevilla y el Betis, declarado de alto riesgo, contará con todo un dispositivo de seguridad de más de 300 policías, según ha confirmado el alcalde, Juan Ignacio Zoido y la delegada de gobierno, Carmen Crespo.
