Valencia y Barcelona igualaron a uno en Mestalla en un partido intenso, en el que los dos equipos buscaron la victoria y que acabó en empate, tras noventa minutos en los que el equipo valenciano fue capaz de neutralizar el juego del Barcelona.
A pesar de que la posesión del balón correspondió al equipo visitante, el Barcelona dispuso de pocas opciones de gol, mientras que el Valencia, al contragolpe, fue capaz de crear peligro ante la meta rival, hasta el punto de que una gran parada de Valdés impidió el tanto local en la última jugada de peligro del encuentro.
Este ha sido el tercer encuentro, tras el empate ante el Real Madrid y la derrota contra la Real Sociedad, en el que el Barcelona se queda sin ganar en esta Liga.
Si algo demostró el Valencia en el tramo inicial del partido fue que tenía aprendida la lección del 0-5 ante el Real Madrid. Por ello, adoptó las precauciones necesarias para que el Barcelona no se sintiera lo cómodo que se había sentido el conjunto madrileño dos semanas atrás.
Lo logró. El Barcelona tuvo el balón pero no tuvo fluidez, hasta el punto de que sólo realizó un disparo a puerta en toda la primera parte, el que Messi envió al fondo de la portería de Guaita en el penalti que supuso el 1-1.
El equipo catalán dominaba, pero el Valencia tuvo bastantes aproximaciones con peligro ante la portería de Valdés, gracias a que el conjunto de Ernesto Valverde fue capaz de montar sus contragolpes con rapidez.
Las posesiones del Barcelona eran largas, pero no generaban peligro ante Guaita y, además, cuando el Valencia recuperaba el balón salía con peligro, sobre todo por las bandas, donde las parejas Joao Pereira-Bernat, por la derecha, y Cissokho-Guardado, por la izquierda, funcionaron bien.
Pasada la media hora de juego, un rechace de la defensa tras un centro de Soldado fue aprovechado por Éver Banega, el protagonista negativo de los últimos días en el Valencia, marcara el 1-0.
El centrocampista argentino, que llegó tarde a un entrenamiento y pudo haberse quedado fuera de la convocatoria, batió de disparo raso a Valdés.
La alegría le duró cinco minutos a los valencianistas, ya que un derribo de Joao Pereira a Pedro en el área local, permitió que Messi, en un magnífico lanzamiento, lograra de penalti el tanto del empate, con el que se llegó al descanso, tras 45 minutos en los que el equipo local siempre estuvo más cerca del gol que el Barcelona.
El partido mantuvo el mismo guión de intensidad en la segunda mitad. El Barcelona encontraba dificultades para maniobrar con el balón ante un Valencia incisivo que recuperaba balones con cierta frecuencia y trataba de sorprender al contragolpe.
Ninguno de los dos equipos se salían de lo previsto. Ambos confiaban en sus armas para tratar de llevarse los puntos en un partido sin excesivas ocasiones, pero sin tregua, en el que Valencia llegaba con más peligro al área que su rival, aunque primero Pedro y luego, Villa, tuvieron dos ocasiones para marcar.
Sin embargo, a medida que el encuentro se acercaba al final, el control del juego del Barcelona creció, sobre todo porque tras la entrada de Villa, Iniesta estuvo más en contacto con el balón y porque al Valencia le empezó a faltar fuelle.
Con el Barcelona volcado en ataque, el Valencia dispuso de alguna opción para marcar incluso en tiempo de prolongación, pero el duelo no se desniveló.