El hasta ahora portero titular del Sporting de Braga, Beto, llega en calidad de cedido para reforzar la meta sevillista de aquí a final de temporada, aunque se reserva una opción de compra por dos años. El internacional portugués de 30 años pasa por su mejor momento y extraña y mucho que haya tomado una decisión controvertida tanto él como el club del que procede, ya que deja atrás una meta en la que era indiscutible.
Llega a Sevilla con el objetivo de triunfar en el fútbol más exigente del planeta. Pero aquí se topará con el eterno Palop, hoy día tan indiscutible como lo era Beto en Braga. El lisboeta destaca por la plasticidad y reflejos en sus paradas en la larga y corta distancia, pero en el debe del meta destaca su temerosidad a la hora de salir del marco, quizás sobrevalorando sus cualidades bajo los tres palos.