La resaca del derbi sevillano se cobra su primera víctima; pues si no se tuercen mucho las cosas, Jonathan Pereira será traspasado al Villarreal para las próximas cuatro temporadas.
Un acuerdo entre clubes y jugador que se cerrará de manera inminente si no lo ha hecho ya a razón de 1,5 millones de euros, dinero que terminaría por saldar la deuda que la entidad helipolitana mantiene con el conjunto castellonense como consecuencia del fichajes de Javier Matilla por 3,4 millones de euros desde el pasado verano.
Este diario ha tenido acceso al entorno más cercano del jugador gallego para conocer la última hora de una venta que se da por sentada en el Betis; más aún tras las palabras de Pepe Mel a un aficionado que recriminaba la actitud del jugador durante el entrenamiento de este martes, afirmando textualmente que “tendría lo suyo” el delantero vigués.
A la noticia que adelantaban los compañeros de Canal Sur Radio en la madrugada del miércoles, estas páginas pueden certificar la versión de los hechos de fuentes muy próximas al jugador, en las que se asegura que tomarán la decisión conveniente si se entiende como parece, que el club verdiblanco le está abriendo las puertas al jugador para marcharse y dejar de contar con sus servicios.
Como es lógico, ante esta conyuntura, el de Pontevedra, que durante el pasado mercado invernal ya tuvo ofertas de Celta y del propio Villarreal para poder recalar en ambos equipos; ha sido este último quien hace una semana mantuvo conversaciones como el representante del atacante gallego, Javier Picallo, mostrando el interés definitivo en incorporarlo a su disciplina.
Los múltiples desdenes por parte de Pereira ya desde la pre-temporada, han acelerado una desavenencia que tenía visos tarde o temprano de trocarse en realidad. Aún así, el futbolista afirma en su círculo más cercano sentirse arrepentido de lo acaecido hace dos días en la Ciudad Deportiva. Demasiado tarde.