Arranca una nueva campaña para un rejuvenecido Cajasol. En la mente de muchos aún planea la figura de Joan Plaza y de aquel baloncesto de calidad, pero Leo Chaves está convencido de que con Aíto veremos espectáculo. El director general de la entidad cajista nos ha atendido.
Comienza lo bueno. El domingo a las 12.30 horas frente a Murcia en San Pablo...
–Tengo muchísima ilusión y esperanza en este equipo. Pero hay una cosa que es evidente, el primer partido serio es el domingo con un rival más o menos de la zona media, como nosotros, y sabemos que tenemos un equipo excesivamente joven, al que le falta rodaje, porque los más veteranos llegaron últimamente como Tepic o Satoransky, aunque tengan 20 años pero son de los pocos que continúan del año pasado. El partido ante Murcia es muy difícil, pero si ganamos tendremos mucha credibilidad.
Quizás lo más criticado haya sido precisamente esto, la excesiva juventud y, a veces, la escasa experiencia.
–Entre la juventud y las primeras experiencias en la Liga Endesa, eso se tendrá que pagar, sobre todo al principio. Pero el equipo tiene una calidad, un deseo y unas ganas tan grandes que estoy convencido que este año nos van a dar muchas satisfacciones.
Precisamente se ficha a Aíto García Reneses por tal motivo, ¿no? Hay que montar un nuevo equipo basado en la juventud...
–Nosotros venimos siguiendo a Aíto desde antes de estos recortes ecónomicos. Hace tres años ya nos lo planteamos. Tenemos la suerte de contar con un entrenador como Aíto García Reneses, y si además es un especialista en sacar jóvenes pues mejor que mejor.
¿Echarán de menos a Joan Plaza?
–Yo estoy convencido de una cosa, de que nadie es imprescindible. Joan Plaza ha sido un entrenador que en estos tres años ha hecho un trabajo envidiable y ahora lo que toca es pensar en otra etapa con el proyecto de Aíto.
¿No se pudo llegar a un acuerdo para su continuidad?
–Siempre se puede llegar a un acuerdo. El problema en si es, ¿se puede usted comprar un Mercedes o un Mascherati? Yo, si dejo de comer durante un mes y vendo mi piso, probablemente. No estaba dentro de las capacidades económicas del club. Llegamos al máximo y él lo sabe. Y además, él también tenía otras aspiraciones monetarias, y punto. Es ley de vida. Quizás algún día pueda volver. Siempre tendrá abiertas las puertas.
Si hablamos de cifras económicas, ¿desde qué posición arrancaría este Cajasol antes del inicio liguero, según presupuestos?
–Nosotros estamos en el mundo intermedio. Hay dos grandes clubes, que no dependen únicamente del baloncesto, como son Madrid y Barcelona. Luego, en un escalón inferior estarían Unicaja, Valencia o Bilbao. Y después estaríamos nosotros en ese grupo de unos ocho equipos con presupuestos que rondan entre los 4 y 6 millones de euros. Canaria o Estudiantes, serían algunos de ellos.
Entonces, no es una obligación para el club entrar en los Playoff o en la Copa, ¿no?
–Obligaciones no tenemos ninguna, pero es una aspiración. Nosotros soñamos. Creemos que es muy difícil. Sabemos que tenemos un equipo excesivamente joven. Pero soñar no cuesta nada.
Por cierto, aquel proyecto de levantar un nuevo pabellón ha pasado de ser una realidad a una utopía...
–Sería bonito tener una nave más grande. Pero yo estoy convencido que si a San Pablo, como ha prometido el Alcalde, se le hace una gran remodelación y algunas ya han empezado, tendremos pabellón para muchos años. Yo creo que en enero esto va avanzar, aunque no va interferir con la ACB para que el equipo siga jugando en su cancha.
Por último, un aliento, una motivación para que el sevillano se saque su abono del Caja y San Pablo se llene.
–Hay dos cosas para motivar a la afición. Primero, los resultados, que acompañen siempre. Y segundo, el espectáculo. El público si se divierte y ve espectáculo repite y eso vamos a intentar. n