Paseos y carreras

Publicado: 14/03/2024
Autor

Juan Antonio Palacios

Juan Antonio Palacios es observador de la conducta humana, analista de la realidad y creador de personajes literarios

Curioso Empedernido

Curioso empedernido. Curioso de las tres pes, por psicología, la política y el periodismo, y alérgico a las fronteras y murallas

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Entre violencias y descontroles, hacían proyectos juntos, fabricaban sueños de amor, incluso se planteaban superar los retos que se marcaban
Todas las mañanas daba un gratificante paseo por donde hace años corría para mantenerse en forma, pero ahora a sus 78 años acompasando sus pasos con su compañera, disfrutaba de la satisfacción y el encanto de aquel paisaje que le mostraba el mar en toda su belleza, su penetrante olor  y donde la realidad superaba a cualquier imagen cinematográfica. 

Carreras y paseos habían sido sus vidas, descubriendo en derredor el movimiento y la quietud, comprobando la diferencia entre la realidad y lo imaginado , entre lo que se tiene y lo que se desea , el abismo existente entre el pensamiento y la acción, la teoría y la práctica, la promesa y el cumplimiento.

Sin ir más lejos , cuanta distancia, la existente entre los apasionados y comprometidos discursos de algunos políticos y políticas durante las campañas electorales y su mala memoria en los mares del olvido cuando logran alcanzar el gobierno y solo persisten en una vía, el mantenerlo a toda costa.

En ese paso a paso en uno de los sitios desde donde se podía disfrutar del mar hablaban de todo esto y de muchas cosas más, del ruido enorme que existía en el mundo, en el que todo parecía haber dado un vuelco, y la locura sin remedio parecía haber colocado sus tentáculos en cada rincón del nuestro planeta.

Un mundo en el que le dábamos importancia a aquello que no la tenía y no apreciábamos lo bello que era vivir, desde el disfrute de cada momento como si fuera el primero o el último de nuestra existencia. Ellos a sus edades no querían ser seres de escaparates sino protagonistas activos empeñados en ser felices y hacerlo a los demás.

Entre violencias y descontroles, hacían proyectos juntos, fabricaban sueños de amor, incluso se planteaban superar los retos que se marcaban, buscando la paz entre tanto ruido. A estas alturas no se trataba de cuadrar el circulo, pero tampoco de no regalarse todos los momentos gratificantes que se le plantearan en su camino.

Gozaban y disfrutaban de aquellos paseos mañaneros, de sus palabras y del diálogo que fluía entre ambos, para trasladarse lo mejor de lo que sentían estando juntos.Cada día viajaban en el tiempo sobre lo leído, lo sentido y lo vivido.

No salían de su asombro como se sentían plenamente vivos, sus neuronas y sus emociones no desconectaban de la realidad ni tampoco de la fantasía y continuaban sintonizando sus sentidos para poder percibir todo y a todos más y mejor.

Se habían introducido lentamente en el manejo de las nuevas tecnologías, pero sin convertirse en un código de barras, sino continuando en la condición de lo humano, y sabiendo administrar las pausas necesarias para tomarse los descansos en los momentos oportunos y poder continuar con ganas renovadas.

Observaban con asombro como individual y colectivamente, una nueva epidemia dominaba el mundo y con más carreras que paseos, con más prisas que pasos la histeria digital se había extendido por todo el mundo, con sus brechas y peligros y anunciaban ya los problemas futuros de la inteligencia artificial , que les hacía temer por la desaparición del poder andar diariamente y ser sustituidos por unos seres que podían  ser aparentemente como nosotros pero habría que decirles lo que expresó Bertolt Brecht” General , el hombre es muy útil. Puede volar y puede matar. Pero tiene un defecto: puede pensar”

Mientras volvían a casa, pensaban en el paseo del día siguiente, sin que nadie les dijera que tenían que hacer ni la necesidad de correr .
  
 

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