El Ayuntamiento de Córdoba aportará 12.400 euros para costear parte del presupuesto para la rehabilitación de la fachada principal de la Iglesia de Santa Marina, en el casco histórico de la ciudad, que sufraga la propia parroquia con aportaciones de los feligreses y que tiene un presupuesto total de 170.000 euros y un plazo de ejecución de seis meses.
Así lo ha anunciado este miércoles, ante el propio templo fernandino, el presidente de la empresa municipal Vimcorsa, Miguel Ángel Torrico (PP), quien ha destacado "el esfuerzo que ha supuesto que la parroquia asuma la restauración" de esta "iglesia emblemática" de la ciudad, de ahí que, "dentro del programa de ayudas a la rehabilitación al patrimonio histórico-artístico" con el que cuenta Vimcorsa, y que tiene "un presupuesto de 1.200.000 euros", se ha "podido contribuir, modestamente, con una aportación de unos 12.400 euros".
El objetivo, según ha señalado, es "poner en valor uno de los grandes monumentos de Córdoba", tratándose, además, "de una de las iglesias que están más arraigadas y en uno de los barrios más castizos y con más solera de nuestra ciudad, con una larga tradición taurina y también de tabernas, pero con la iglesia siempre como elemento central y el más relevante, que da referencia a todo el barrio".
De ahí que el Ayuntamiento aportes la citada ayuda, "que es pequeña, pero que esperamos que sea constante en el tiempo", pues, además de la facha principal, también tiene esta iglesia "necesidad" de ser objeto de "restauración" en las fachadas "laterales, que conservan además un grandísimo valor histórico y artístico".
Por su parte, el director técnico de Patrimonio de la Diócesis de Córdoba, Miguel García, ha explicado que, para establecer el proyecto de rehabilitación que se va a ejecutar, "lo primero que se ha hecho ha sido una lectura del conjunto arquitectónico, una lectura histórica de los elementos que forman parte ahora de esta fachada y, a partir de ahí".
A partir de ahí, según ha indicado, se ha determinado eliminar de la fachada de este templo del siglo XIII, de estilo gótico y mudejar, "aquellos materiales que no forman parte de la fachada original, como son los morteros de cemento", realizándose también una "limpieza y reintegración" de las piezas que estén dañadas, "sobre todo piedras", que serán protegidas además con "un tratamiento antimoho".