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No, los toros no son cultura

Por suerte, hay algunos pueblos que están empezando a concienciarse de la gravedad de la situación de estos espectáculos

Publicado: 28/04/2022 ·
08:40
· Actualizado: 28/04/2022 · 08:40
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  • Toro Embolao de Vejer. -
Autor

Lucía López

Periodista. Me encanta escribir, el cine y la moda. Amante de los animales, los atardeceres y las librerías

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Después de dos años de pandemia se celebraba, una vez más, en nuestro pueblo la fiesta del Toro Embolao, pero esta vez, con una pequeña diferencia, este año no serían dos toros los que recorrieran las calles de Vejer, sino que tres, ni más ni menos.

En España, en general, ha sido siempre bienvenida cualquier festividad que esté protagonizada por un animal, sobre todo si es un toro, y normalmente todas esas festividades suelen estar teñidas de sangre animal. Pero este tipo de sacrificios centenarios convertidos en espectáculo, tan solo es una muestra de la incultura de un país que prefiere seguir infringiendo los derechos más elementales de los animales, como el derecho a la vida, en nombre de una tradición o identidad local, o para muchos, por el simple hecho de mostrar su hombría ante la mirada de un pueblo que aplaude sin cesar su “valentía” (según como se mire).

Pero para mí, lo que es especialmente inadmisible es que se invoque a la cultura para defender lo que atenta contra ella. Una diversión que va unida al sufrimiento de otros seres sintientes, no tiene nada que ver con la definición de cultura. Porque la tortura animal es todo lo contrario a la cultura. Es más: debemos recurrir a esta para eliminar de la tradición este tipo de festejos.

¿Sabías que al año en España se sacrifican casi 3.000 toros por este tipo de festejos? Encierros, toros embolados, toros ensogados, correbous, novilladas, becerradas y corridas. Eventos avalados por el Ministerio de Cultura, Educación y Deportes, financiados y promovidos por las administraciones públicas. A pesar de que gran parte de la ciudadanía le es indiferente o está en contra de la tauromaquía, el Gobierno sigue haciendo oídos sordos.                

Por suerte, hay algunos pueblos que están empezando a concienciarse de la gravedad de la situación de estos espectáculos que fomenta, no sólo la crueldad a los animales, sino, también, la violencia entre personas que en algunos casos provoca este tipo de festejos. Por lo que, hay municipios que desde hace unos años han decidido dar el paso y sustituir los animales por objetos o, directamente, suprimir estas fiestas.

Canarias, fue la primera comunidad que prohibió los espectáculos con animales en «peleas, fiestas, espectáculos y otras actividades que conlleven maltrato, crueldad o sufrimiento» hace ya tres décadas, en 1991. Por otra parte, en Extremadura se prohibieron los toros ensogados y embolados (con fuego), y  Cataluña prohibió las corridas de toros en 2010.

Pero sin duda, el éxito más reciente fue la prohibición de la muerte del Toro de la Vega, un festejo tradicional que consiste en un torneo en el que se alancea a un toro hasta la muerte. Tras años de manifestaciones y denuncias públicas contra tal atrocidad, finalmente se aprobó en 2016 un decreto-ley que prohibió la muerte de las reses de lidia en presencia de público, y que acrediten una antigüedad de al menos doscientos años.

Deberíamos aprovechar nuestra capacidad de crear, y empezar a imaginar un mundo sin estas bochornosas tradiciones, un mundo en el que haya otras alternativas que expresen nuestra raíz cultural sin infringir daño a ningún animal, y es que, aunque nos cueste creerlo, no hace falta abandonar o dejar atrás nuestras tradiciones, simplemente adaptarlas a la evolución de la sociedad.

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