A primeras horas de la mañana del pasado sábado, 14 de julio, cuando los agentes de la Policía Local se encontraban realizando un control de alcoholemia en la carretera de La Barrosa, dieron el alto a un turismo y, al proceder a la identificación del conductor, apreciaron en éste claros síntomas de encontrarse bajo los efectos de las bebidas alcohólicas, tales como un fuerte olor a alcohol, ojos enrojecidos y habla repetitiva. Al dar positivo en las correspondientes pruebas de detección alcohólica, fue detenido como responsable de un presunto delito contra la seguridad vial. Se trataba de A.P.S., de 22 años y domiciliado en Chiclana.
En ese mismo control, los citados efectivos observaron a un vehículo que se aproximaba desde la rotonda del Águila y su conductor, al percatarse de la presencia policial, procedió a detenerse en mitad de la vía y a cambiar su sentido. Los agentes, al darle alcance, apreciaron que el individuo que había intentado huir presentaba síntomas evidentes de encontrarse bajo los efectos de bebidas etílicas, tales como una fuerte halitosis a bebidas alcohólicas, ojos enrojecidos, hablar balbuciente, torpe y repetitiva y pequeños desequilibrios con vaivenes constantes. Además se pudo comprobar que tenía el permiso de conducir retenido por el Juzgado hasta noviembre del presente año. Al dar positivo en las correspondientes pruebas de detección alcohólica, fue detenido como responsable de dos presuntos delitos contra la seguridad vial. Se trataba de E.T.M., de 29 años y con domicilio en esta localidad.
En la mañana de ayer, 15 de julio, cuando los agentes de la Policía Local realizaban un control de alcoholemia en la avenida Octavio Augusto, observaron a un turismo que procedió de forma repentina a detener la marcha y a estacionar en el margen derecho de la calzada. Los agentes se dirigieron de inmediato al conductor, indicándole que prosiguiera la marcha y se dirigiera hacia donde estaba el control policial. El conductor rehusó la indicación, manifestando que él ya se encontraba parado y que no tenía por qué continuar. Se le volvió a solicitar en varias ocasiones que prosiguiera la marcha, rehusando en todas y cada una de las veces. Al presentar signos evidentes de encontrarse bajo los efectos de bebidas alcohólicas, se le instó a realizar las correspondientes pruebas, a lo que se negó. Por ello, fue detenido como responsable de dos presuntos contra la seguridad vial. Se trataba de A.J.P., de 26 años y con domicilio en esta ciudad.