El Ministerio del Interior creará equipos conjuntos de especialistas policiales para investigar las rutas de la inmigración irregular y la persecución de las mafias que trafican con inmigrantes y organizan la llegada de pateras a las costas españolas.
Se trata de estructuras policiales “innovadoras para favorecer las sinergias de las unidades centrales y especializadas”, ha avanzado el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, durante su comparecencia ante la comisión de Interior del Congreso donde ha presentado las líneas generales de su departamento.
Pérez ha señalado que estos equipos conjuntos estarán integrados por agentes de ambos cuerpos y especializados en ámbitos como la investigación, el análisis y la inteligencia, el control de fronteras o las repatriaciones.
“Desde las fuerzas de seguridad se va a potenciar la lucha contra la trata de seres humanos”, ha explicado el número dos de Interior, quien ha detallado que los agentes profundizarán en las investigaciones sobre redes criminales, especialmente las que mafias que organizan la llegada de pateras con ramificaciones en Marruecos, como en la zona del Campo de Gibraltar, Mar de Alborán y Canarias.
Respecto a la inmigración irregular, el secretario de Estado de Seguridad ha ofrecido algunas cifras, como las que reflejan un descenso del 26 por ciento en lo que va de 2020.
Así, según Interior, el total de las entradas ilegales en Ceuta y Melilla se han reducido un 63,8% (1.608 entradas en 2020 frente a 4.440 en 2019). Ceuta, en lo que va de año, ha registrado la llegada de 356 inmigrantes irregulares, lo que supone un descenso del 70,2%, respecto al mismo periodo de 2019 (1.196).
A Melilla han accedido de manera irregular 1.252 inmigrantes irregulares, lo que supone un descenso del 61,4% respecto al mismo periodo de 2019 (3.244).
Pérez ha admito que Canarias, sin embargo, registra un aumento de las llegadas irregulares, pero que este incremento “debe ponerse en relación con las cifras globales en la totalidad del territorio”.
Ha recordado que las mafias y las redes de inmigración irregular modifican su modus operandi y buscan rutas y modos de actuación alternativos, como es el trayecto de la fachada atlántica que afecta a las llegadas a Canarias.