El colectivo ecologista Agaden informó ayer del fallecimiento, el pasado domingo, de Francisco Rebolledo Barreno, Quico Rebolledo, en Jimena de la Frontera, que deja “un hueco más que grande y difícilmente reemplazable en el movimiento ecologista”.
Desde casi su adolescencia se vinculó al movimiento ecologista en activo, siendo un pilar fundamental no solo de Jimena, sino de la comarca del Campo de Gibraltar y a nivel nacional.
Participó en numerosas campañas de protección de flora y fauna, sobre todo el entorno de Jimena, como la extracción de áridos del río Guadiaro; la campaña de la seca del alcornocal; el trasvase Guadiaro-Majaceite, por el consumo de agua en los campos de golf y de polo, la contaminación del polo industrial de la Bahía de Algeciras, sobre todo los polvos y cenizas de Acerinox, explica Agaden.
Muy vinculado a los pueblos del valle del Genal, participió en varios encuentros y movilizaciones por una nueva cultura del agua. Incluso durante el conflicto del cable de Tarifa hizo un gira por estos pueblos del valle del Genal explicando las consecuencias ambientales de esta interconexión eléctrica.
De la mano de La nueva cultura del agua y gracias a su activisno consiguió junto a su asociación que el río Hozgarganta se conserve actualmente como uno de los últimos ríos vírgenes de Andalucía, ante la amenaza de construir una gran presa en el curso medio y así preservar su enorme biodiversidad.
En Agaden señalan que “debemos mucho a Quico, ha sido presidente, secretario general, miembro de la Junta Rectora del Parque Natural Los Alcornocales… Quico ha sido la cabeza visible de Agaden en su pueblo y en la comarca durante muchos años”, señalan.
“Con mucho esfuerzo y con ayuda de otros compañeros de Jimena sacaron para adelante la sede de Jimena, la Casa Verde, referente en la educación ambiental, cuando apenas de hablaba de ello”, añaden.
Participó activamente en el Día del árbol durante muchos años en Jimena y en un sinfín de actividades de índole ambiental y humana, “buscando un mundo más justo, solidario y mejor”, señala el colectivo ecologista.
“Quico nos dejó una profunda huella ambiental y personal, intentando transformar la realidad desde el convencimiento y la honradez. Se nos ha ido un compañero integro, luchador, honrado, valiente e insustituible al que vamos a echar mucho de menos como persona alegre y vital, también como colaborador y activista en muchos retos a los que cada día se enfrenta el medio ambiente en esta comarca y provincia”, concluyen.