La Junta de Andalucía ha tomado tanta nota del rechazo ciudadano a las polémicas fusiones hospitalarias que ayer evidenció que está dispuesta a sacrificarlas por completo o al menos a darles un giro radical de 180 grados. Con la imagen de la Administración autonómica erosionada tras las movilizaciones en Granada, Huelva y Málaga, el Consejo de Gobierno tomó este martes una decisión con mucho más recorrido que el de un mero nombramiento. En su reunión de todos los martes designó a Mariano Marín Patón nuevo gerente del Hospital Virgen Macarena, lo que en la práctica implica dar carpetazo casi definitivo al primer gran experimento de las fusiones, el que unió en Sevilla bajo una única dirección a ese complejo sanitario con el Virgen del Rocío allá por octubre de 2012 y comenzó a aplicarse un año después.
El proyecto ideado en su día por María Jesús Montero, entonces consejera de Salud y Bienestar Social y hoy de Hacienda y Administración Pública, avanza así hacia su desmantelamiento. Fue diseñado como un plan para fomentar sinergias, ahorrar costes y reunificar especialidades y cargos directivos, pero pronto se topó con el rechazo de los sindicatos y de los profesionales, que como en el resto de las provincias ya alertaron de que la solución entorpecía más la gestión y el día a día de los hospitales que las estructuras independientes. Sentencias del TSJA llegaron a cuestionar la fusión de cargos intermedios de ambos complejos sanitarios y hasta 480 de los casi 800 médicos del Virgen Macarena firmaron una carta en la que se oponían a las polémicas unidades de gestión clínica intercentros si no se contaba con su opinión. El tiempo ha terminado por darles la razón.
La Junta ha encajado el golpe de las movilizaciones en las calles. La fusión hospitalaria de Huelva ya la tumbó el TSJA hace semanas al aceptar una denuncia de CSIF y en Granada la presión popular también la ha dejado en suspenso. La explicación oficial que dio este martes el portavoz del Gobierno andaluz, Miguel Ángel Vázquez, es que las fusiones quedan definitivamente “en punto muerto” y que a partir de ahora se seguirá “trabajando en la línea que desean los ciudadanos”. El discurso oficial se resiste a aceptar de forma explícita lo que se interpreta ya tanto en la Administración autonómica como entre los profesionales sanitarios como una auténtica derrota de la Junta y el punto casi final al proyecto.
“Escuchamos y sabemos atender la voz de los ciudadanos para dar la respuesta pertinente y, más aún, en un servicio público de tanta importancia como es la salud”, añadió Vázquez sin más alusión a las mareas blancas.
El coste político
El sonoro paso atrás de la Junta no es casual. El Ejecutivo de Susana Díaz se ha visto sorprendido en los dos últimos meses por el estallido de una respuesta social traducida en manifestaciones masivas en Granada, pero también en Huelva y Málaga. La protesta cogió con el pie cambiado a la Junta, incapaz de aplacar un movimiento ciudadano que ponía en cuestión las bondades de su “joya de la corona”. La escalada iba creciendo y forzó a la propia presidenta, inmersa en una campaña de imagen hacia la Secretaría General del PSOE, a pedir disculpas hasta en cinco ocasiones en dos semanas y a enviar a su consejero de Salud, Aquilino Alonso, a reunirse con Jesús Candel, Spiriman, el instigador de las protestas de Granada.
Los procesos de fusión quedaron a finales de noviembre oficialmente “congelados” hasta ser consensuados. El paso dado en Sevilla parece que también los entierra.
El nuevo gerente
El nuevo director gerente del Hospital Virgen Macarena, Mariano Marín Patón, nació en Alicante en 1961, es licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Granada, especialista en Cardiología Pediátrica y experto universitario en Urgencias Pediátricas. Desde el pasado mes de febrero es el subdirector gerente del centro hospitalario sevillano, donde desde 2011 había desempeñado su labor como pediatra y como coordinador de Hospitalización Pediátrica de la Unidad de Gestión Clínica de Pediatría.
Según explica la Consejería de Salud en un comunicado, su nombramiento se produce tras el "intenso trabajo de coordinación" que se ha desarrollado por la gerencia compartida para impulsar las Unidades de Gestión Clínica de los hospitales Virgen Macarena y Virgen del Rocío en los últimos cuatro años y que permite ahora nombrar un director gerente para cada centro "para seguir dirigiendo dicho trabajo y hacer más ágil la gestión de ambos hospitales". Salud subraya además que "el volumen de actividad y la población así lo aconsejan".
Marín inició su trabajo asistencial en el Complejo Hospitalario de Jaén en 1992, donde formó parte del equipo de Pediatría del centro entre 1992 a 2000. Entre los años 2000 y 2011, Marín ha ejercido diferentes responsabilidades de gestión, entre las que se encuentran la de director de Procesos Asistenciales en el Hospital Alto Guadalquivir de Andújar (Jaén), de 2000 a marzo de 2002; subdirector gerente del Complejo Hospitalario de Jaén, de marzo a octubre de 2002; y director de Acreditación de Centros en la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía, de noviembre de 2002 a mayo 2005.
Además, ha sido director general de Calidad y Administración Electrónica de la Consejería de Justicia y Administración Pública, de mayo 2005 a enero de 2006; viceconsejero de la Consejería de Justicia y Administración Pública, de enero 2006 a mayo 2008; coordinador de la Consejería de Salud, de mayo de 2008 a diciembre de 2009; y subdirector de Personal del Servicio Andaluz de Salud (SAS), de enero a diciembre de 2010.
