Izquierda Unida La Línea ha sido hoy muy crítica con la gestión del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en el Hospital de La Línea. En una nota, lamentan que "en nuestra ciudad, la llegada del verano supone de forma inmediata el cierre de camas hospitalarias".
Y aseguran que el SAS "miente" cuando alega que la presión asistencial desciende en verano, y que ante cualquier necesidad esas plazas pueden volver a abrirse. "Mentira, la demanda de asistencia, lejos de disminuir, se ha mantenido en parámetros similares a meses de alta frecuentación, como enero .Lo que hay en realidad detrás del cierre de camas es falta de personal".
Izquierda Unida asegura que "se han cerrado más camas de lo debido y eso se nota porque en urgencias se forma un embudo por no poder enviar a los pacientes a las habitaciones".
IU argumenta que su intención no es la de ser "catastrofistas", sino "realistas". Así, aseguran que "este verano, como casi todos, se ha reducido el número de las camas en nuestro viejo hospital. La primera planta se ha cerrado y en las plantas 2ª y 3ª se ha pasado de dos camas por habitación a tres, cada vez tenemos menos que envidiar al hospital de Burundi".
Lamentan que "al SAS parece no preocuparle que tanto la reducción de camas como de profesionales supone una disminución en la calidad asistencial y un claro perjuicio para los usuarios, ni que haya más pacientes en los pasillos de urgencias y que se agraven aún más las listas de espera tanto quirúrgicas como para pasar consulta con los especialistas". Asimismo critican que "se produce también un retraso de las pruebas diagnósticas y de las intervenciones, se incrementa la carga de trabajo para los sanitarios que no se van de vacaciones y el aumento el desempleo en el sector. Tampoco les parece importar que la disminución del personal sanitario supone un aumento de la probabilidad de mortalidad de la población afectada, según numerosos estudios que concluyen que el aumento de las plantillas de enfermería de los centros incide positivamente en la sostenibilidad del sistema sanitario".
Por todo ello apuntan a que el propósito de esta gestión podría ser el de "deteriorar la sanidad pública para favorecer el desarrollo de la sanidad privada".
